El presidente ruso, Vladímir Putin, visitó hoy el principal centro federal nuclear de Rusia en Sarov, ciudad de acceso restringido situada a 400 kilómetros al este de la capital del país.
Putin, que departió con los estudiantes del Instituto de Física Experimental en presencia del director de la agencia nuclear rusa, Rosatom, destacó que dicho centro es fruto de la política del Kremlin destinada a garantizar "la soberanía tecnológica".
Al respecto, acusó a Occidente una vez más de intentar contener y limitar el desarrollo de Rusia al provocar el conflicto en Ucrania.
"Nuestros pronósticos se cumplieron (...). Entonces (en 2014) empezamos a pensar qué hacer para garantizar la soberanía. Mucho se ha hecho, pero, por supuesto, aún queda mucho por hacer", aseguró.
A su vez, depositó un ramo de flores a los pies de la estatua de Yuli Jaritón, el creador en 1949 de la primera bomba atómica soviética (RDS-1).
El centro del creador de la bomba de hidrógeno
En este centro también trabajó Andréi Sájarov, el creador de la bomba de hidrógeno que sería después galardonado con el Nobel de la Paz por crear el movimiento de defensa de los derechos humanos en la Unión Soviética.
Por ese motivo, Sarov pertenece a la treintena de ciudades rusas consideradas una División Administrativa Territorial Cerrada (ZATO, según sus siglas en ruso).
El 27 de febrero de 2022, tres días después del comienzo de la guerra en Ucrania, Putin puso en alerta a sus fuerzas nucleares en respuesta a la oleada de sanciones económicas occidentales.
En mayo pasado Rusia se negó a divulgar el número de ojivas nucleares en su poder bajo el tratado START III de desarme nuclear después de que EEUU hiciera público ese dato.
Putin suspendió a principios de año el cumplimiento por parte de su país del START III, aunque matizó que Rusia no abandona el pacto, sino que se limita a suspenderlo por culpa de la actitud hostil de Washington, que apoya con armamento y financiación a Ucrania.
El jefe del Kremlin anunció en junio el despliegue de armas nucleares tácticas en Bielorrusia, su principal aliado en la campaña militar en Ucrania, como instrumento de disuasión ante la amenaza de la OTAN.