"Que el mismo país que me dio la medalla de oro mundial me trate luego como un delincuente es difícil de asumir"

Edu Blasco acaba de regresar a Canarias donde reside y entrena. "Trataré de volver a mi vida", asegura, pero no va a ser fácil después de lo que acaba de vivir. Durante 15 días se ha embarcado en el 'Open Arms' y ha participado en varios rescates de migrantes en alta mar. Lo vivido "se acerca más al infierno que a cualquier otra cosa", cuenta en Onda Vasca, y relata que ha sido testigo de "todas las cosas buenas y malas del ser humano en un instante". "Tengo que volver a entrenar, tengo que volver a los problemas del primer mundo, aunque mi cabeza está en el barco", añade.

Blasco es un nadador profesional, nacido en Donostia. Posee varias medallas en diferentes modalidades y el año pasado se proclamó Campeón del Mundo en Socorrismo y Salvamento. Pero además de sus logros deportivos, hoy en Onda Vasca hemos conocido su lado más solidario. Durante unos días ha dejado sus rutinas de entrenamientos para salvar vidas en el Mediterráneo.

Nos ha contado que no han parado ni un momento en estos 15 días y que ha visto a "personas de todas las nacionalidades jugarse la vida para huir de sus realidades que son las realidades de gran parte del planeta, por cierto". Un huida que se topa con un muro. "Hemos visto un gobierno italiano intransigente con unas ideologías tendentes a lo reaccionario que ha bloqueado un barco que ha rescatado a casi 200 personas del mar".

El 'Open Arms' sigue bloqueado en Italia

Asegura Edu Blasco que "no esperas que nadie te aplauda", pero "no te esperas tampoco que te bloqueen el barco. Es vergonzoso". Y relata lo sucedido: "Nosotros hicimos un primer rescate, unas 30 personas que estaban en las últimas, les rescatamos y, automáticamente, el decreto famoso de Meloni te obliga a ir a puerto conforme haces el primer rescate... Que cada uno piense por qué esto es así..." Prosigue su relato y afirma que el puerto que les dan se sitúa en Carrara, a cuatro días de navegación. "Creo que el 99% de los puertos seguros que tiene Italia estaban más cerca, pero nos dio Carrara, casi en Francia. Nosotros iniciamos la marcha para entregar a esas personas rescatadas en el mar, pero en el medio aparece otra patera con 132 personas a bordo".

En este punto, Blasco explica que el Derecho Marítimo Internacional obliga a ayudar a esas personas por lo que, afirma, tras cerciorarse de que ningún otro barco les podía prestar auxilio, les rescataron ellos. "Independientemente de cuál sea la razón por la que estás en el agua, ya seas un mercante, ya seas un pesquero o ya seas un barco de rescate que tienes un destino, estás obligado, si no puede hacerlo nadie más, a rescatar para proteger la vida porque, si no, se considera omisión de socorro y es un delito".

Además, tras este segundo rescate el Open Arms se vio obligado a realizar un tercero: otros 40 sirios que rescataron.

Por todo esto, las autoridades italianas acusan al barco de rescate de no acudir directamente a puerto y lo sancionan. "Si volviese a pasar, volveríamos a hacer lo mismo". Edu Blasco ha dejado a sus compañeros del Open Arms en Carrara: "yo he podido salir porque no pertenezco a la organización, soy un voluntario. Y ahora mi responsabilidad es contarlo". Y cree que todo el tiempo que el barco continúe parado "supone vidas que se pierden".

"Irá a peor"

"Si no queremos verlo, nos va a tocar a la puerta. Cada año viene más gente por los conflictos bélicos que estamos generando y el COVID, los terremotos de Siria y Turquia y la guerra en Ucrania va a hacer que esto se recrudezca", analiza Edu Blasco.

"No sé cómo podemos estar permitiendo que esta gente esté pasando por esto. Yo creo que hay otras maneras de regular este asunto". Y añade: "entiendo que Italia recibe más de 100.000 inmigrantes pero ¿en serio la medida es dejar que mueran en el agua?"

El deportista se muestra dolido con la actitud del gobierno italiano: "gané el Mundial en Italia. Que el mismo país que me dio la medalla de oro mundial, me trate luego como si fuera un delincuente, evidentemente, es difícil de asumir. Ellos saben que van en contra del derecho internacional pero, mientras alguien no les llame la atención, está pasando esto".

Y concluye recordándonos a todos que los migrantes rescatados "no son números, todas las personas cuentan. No voy a dejar que mi mente normalice la muerte de seres humanos. No si yo puedo evitarlo".