Máxima preocupación en la OTAN después de que Rusia haya movilizado el submarino nuclear ruso 'K-329 Belgorod' tras la amenaza lanzada por Vladimir Putin. Este sumergible, que vinculan con los sabotajes en los gasoductos Nord Stream, se encuentra en aguas del Ártico y tiene 184 metros de eslora y 15 de manga y puede viajar a unos 60 kilómetros por hora bajo el agua. Se estima que puede pasar hasta 120 días sin tener que regresar a la superficie.
Entre el armamento que transporta destaca la llamada 'Arma del Apocalipsis'. Se trata del supertorpedo nuclear 'Poseidón', un proyectil de 24 metros con capacidad para portar una cabeza nuclear de unos dos megatones y supone una amenaza real para Occidente.
Este torpedo nuclear fue presentado en 2018 por Rusia como la vía para garantizar la supremacía militar rusa, aunque los expertos nucleares han argumentado que se puede lograr el mismo efecto con un misil intercontinental como los que están en funcionamiento desde la década de 1960.
El 'Poseidón' se caracteriza por su capacidad para desplazarse hasta 10.000 kilómetros bajo el agua y luego hacer explosión cerca de la costa para causar un tsunami radiactivo capaz de inundar países enteros. Además, resulta muy difícil de rastrear y es casi imposible de detener una vez lanzado. A ello se suma su habilidad para esquivar misiles.
Pese a todo, Estados Unidos ha decidido activar la red de satélites para hacer el seguimiento de torpedos que aprovecha el gran calor que desprenden los proyectiles cuando se activan.
Europa permanece también vigilante a la amenaza que supone Poseidón y se encomienda a la OTAN para evitar un desastre nuclear.