En un país en el que sigue habiendo más de 2,7 millones de parados, hoy en día firmar un contrato de trabajo es casi una lotería. La mayoría de las personas ocupan su nuevo puesto con unas ganas enormes pero, con el paso de los años, algunas de ellas van perdiendo el interés, bien por falta de motivación, desilusión ante las tareas que deben realizar, fuerte estrés en su jornada laboral o descontento con el sueldo.
A esta actitud se le conoce como quiet quitting (renuncia silenciosa) y consiste en no hacer ningún esfuerzo ni trabajo extra más allá de lo que marca el contrato. El trabajador cumple sus funciones y trabaja las horas establecidas, pero sin sobrepasarlas ni afrontar otras tareas que las estipuladas.
Los expertos señalan que no tiene nada que ver con trabajadores que se escaquean o que no afrontan las tareas que les corresponden, sino con empleados desmotivados que no están dispuestos a renunciar ni a su salud mental ni a su vida personal. Responden a la máxima de trabajar para vivir y no de vivir para trabajar.
Características
Expertos de Ringover.es consideran que este tipo de profesionales suelen compartir una serie de características. Estas son:
- Desinterés progresivo. Pérdida de interés y de motivación a la hora de hacer las tareas.
- Distanciamiento social. Actitud reservada y distante, tienden a distanciarse de compañeros y superiores, evitan las interacciones sociales y limitan sus conversaciones a lo estrictamente necesario.
- Disminución de la productividad. Al no mostrar el mismo nivel de compromiso y de dedicación, bajarán la productividad y la calidad del trabajo.
- Falta de iniciativa. Evitan asumir responsabilidades adicionales y muestran una actitud pasiva.
- Evitación de conflictos. Optan por retirarse de situaciones comprometidas en lugar de abordarlas de forma activa y constructiva.
- Falta de compromiso. Pérdida de interés respecto a los objetivos, el éxito y el futuro de la empresa.
- Poca interacción. Escasa participación en reuniones, eventos de la empresa o actividades de equipo.
- Absentismo en aumento. Este tipo de empleados pueden empezar a faltar más al trabajo sin razones justificadas.
- Comunicación no verbal negativa. Falta de interés en mantener una buena imagen profesional.
- Poco interés en el desarrollo profesional. Desinterés a la hora de participar en programas de capacitación y desarrollo profesional.
Cómo reducir el 'quiet quitting'
Según los expertos de Ringover.es, la empresa puede contribuir a reducir esta renuncia silenciosa fomentando una comunicación abierta y un ambiente en el que los empleados se sientan cómodos. También consideran importante realizar encuestas de satisfacción laboral para identificar las áreas en las que se puede mejorar.
Ofrecer oportunidades de desarrollo profesional con posibilidades de promoción interna y desarrollar planes personalizados para el crecimiento profesional de cada individuo son otras medidas que puede adoptar la empresa para aumentar la motivación del trabajador.
Facilitar la movilidad interna, siempre con un sueldo acorde a las funciones realizadas, incentivar la participación en proyectos que se adecúen a su interés y habilidades o saber transmitir al trabajador lo que se espera de él y dotarle de los recursos necesarios para que pueda alcanzar esos objetivos son también estrategias válidas para aumentar su bienestar y su productividad.
Crear un ambiente de trabajo positivo y colaborativo contribuirá también a promover un sentido de pertenencia y de conexión con la empresa, y fomentar la conciliación entre el trabajo y la vida personal será muy importante para mantener la motivación del empleado.
Los expertos aseguran que la flexibilidad en los horarios, unos días libres adicionales o cualquier tipo de estrategia relacionada con el bienestar físico y emocional del trabajador van a redundar en una mayor implicación y, como consecuencia, en un mejor funcionamiento de la empresa.