Vida y estilo

Qué es el 'síndrome del espejo retrovisor' y por qué nos dificulta seguir adelante

Es un fenómeno que afecta cada vez a más personas y su principal síntoma es la incapacidad para liberarse de experiencias traumáticas o errores del pasado
Un hombre se coloca el espejo retrovisor en la posición correcta.

Gozar de una buena salud mental es tan importante como estar físicamente sanos y ambas cosas son indispensables para disfrutar de una vida plena y satisfactoria en la que impera un bienestar emocional, psicológico y social.

Mientras hay personas resilientes capaces de afrontar cualquier adversidad, otras, por mucho que lo intenten, no pueden superar experiencias traumáticas, malas decisiones o errores del pasado que les obsesionan hasta tal punto que les impiden pasar página.

Entre estas personas que son incapaces de mirar al presente o al futuro y que se recrean en los hechos negativos del pasado se encontrarían aquellas que sufren el denominado síndrome del espejo retrovisor. Se trata de un fenómeno que es tendencia y que cada vez afecta a más personas.

Aferrarse al pasado

Su nombre, síndrome del espejo retrovisor, actúa como una metáfora muy útil para describir la actitud mental de una persona que está constantemente mirando al pasado, como cuando un conductor revisa el espejo retrovisor mientras conduce para ver lo que deja detrás de él.

Es cierto que es importante reflexionar sobre el pasado para aprender de la experiencia y no volver a cometer los mismos errores; sin embargo, aferrarse a él sin mirar hacia el frente puede resultar muy perjudicial. Un día cualquiera una persona tiene entre 50.000 y 60.000 pensamientos, y un 95% de ellos van a ser los mismos del día anterior.

Si alguien se estanca en un momento concreto de su vida, en una persona o en un sentimiento que le mantiene anclado en el pasado puede desarrollar este síndrome como una forma de protección psicológica, ya que mientras se recrea en revivir el pasado no enfrenta los desafíos del presente.

Un hombre angustiado sentado en el suelo de su casa.

Síntomas

Las personas que sufren este síndrome del espejo retrovisor dedican gran parte de su tiempo y energía a recordar y analizar hechos del pasado, lo que les puede generar un fuerte sentimiento de arrepentimiento o de culpa.

Este estar continuamente rumiando el pasado les impide avanzar y les puede producir una parálisis emocional que hará que sean incapaces de tomar decisiones en el presente, así como de planificar su futuro.

Repercusión

Es sabido que el temperamento no se compra y que a todos nos gustaría ser optimistas, alegres y las personas más positivas del mundo. Sin embargo, lo cierto es que, por circunstancias de la vida, hay quien no puede evitar ese tipo de pensamiento obsesivo y terminará pasándole factura a su salud.

Ansiedad, depresión, estrés elevado, problemas de concentración o baja autoestima son algunas consecuencias de ese rumiar continuamente el pasado. Esta actitud puede afectar también tanto a las relaciones interpersonales como a la productividad de esa persona en el trabajo.

Una mujer reflejada en el espejo retrovisor lateral izquierdo.

Tratamiento

Existen estrategias y tratamientos para superar este síndrome del espejo retrovisor y ayudar a la persona a superar el pasado y a enfocarse en el presente y en el futuro. Entre ellas destacan el mindfulness y la meditación, para centrarse en el presente, o la terapia cognitiva-conductual (TCC), para reestructurar los patrones de pensamientos negativos y promover una mentalidad más orientada al momento actual y al futuro.

Fijarse metas claras y alcanzables puede ayudar a la persona a mirar hacia el futuro en lugar de hacerlo al pasado. Asimismo, trabajar en la aceptación de los eventos pasados y el perdón (tanto hacia uno mismo como hacia otros) puede liberar a la persona de una gran carga emocional.

El hecho de no ser capaces de perdonar ni de perdonarse puede llevar a una constante autocrítica, baja autoestima y sentimientos de culpa que afectan negativamente a la calidad de vida de la persona afectada.

Si sospechas que puedes estar sufriendo este síntoma y no te sienes capaz de superar esta situación por ti mismo, acude a un especialista que te haga un diagnóstico y te pueda dar una solución definitiva.

Procura mirar siempre hacia adelante, al presente y al futuro, y recuerda lo que dice la popular frase: "Para atrás, ni para tomar impulso".

24/06/2024