Los ojos son el órgano principal de la vista, uno de los sentidos más importantes del ser humano, y es esencial cuidarlos bien para que garantizar su correcto funcionamiento.
Para que puedan mantener su forma casi esférica y poder desarrollar su función de una manera adecuada, los ojos deben tener una determinada presión. A esto se le conoce técnicamente como presión intraocular, aunque popularmente es más conocida como tensión ocular.
El dolor de cabeza, uno de los síntomas de la tensión ocular.
¿Qué es la presión intraocular?
El humor acuoso es una sustancia que rellena el globo ocular en su parte anterior y su función es nutrir y proporcionar oxígeno a la córnea y al cristalino; además, ejerce una presión para que los ojos funcionen bien.
Si se pierde el equilibrio entre la cantidad de humor acuoso que se produce y la que se elimina, la presión intraocular aumenta, crece la presión sobre el nervio óptico y la visión se ve alterada. Entre los síntomas de la tensión ocular están el enrojecimiento de los ojos, así como mareos, visión borrosa o molestias en los ojos o en la cabeza.
¿Cómo se mide?
Para medir la presión intraocular se realiza una prueba denominada tonometría y el instrumento que se utiliza para llevarla a cabo es el tonómetro. Este nos indica los niveles de presión intraocular en milímetros de mercurio (mm Hg).
Se considera que una persona tiene la tensión ocular alta cuando supera los 21 mm Hg. A partir de esos niveles existe el riesgo de experimentar problemas de salud visual como el glaucoma.
Debido a que la presión intraocular puede variar a lo largo del día, si un profesional de la vista detecta unos valores elevados, puede determinar la necesidad de realizar la medición a diferentes horas en distintos días.
En cuanto a su tratamiento, consiste en la aplicación de gotas tópicas para reducir la producción de líquido del ojo y para ayudar a drenar el excedente.
Una mujer se aplica gotas en el ojo.
Cómo reducir la tensión ocular
José Ramón García Baena, óptico optometrista de General Óptica, ofrece varios consejos para bajar la presión intraocular de una forma natural.
- Tener una buena iluminación ambiental
Lo mejor es rodearse de luz natural y evitar las luces brillantes.
- Aplicar la regla del 20-20-20
Para descansar los ojos, especialmente si trabajamos con pantallas, es recomendable, cada 20 minutos, mirar algo que se encuentre a 20 pies de distancia (unos 6 metros) durante 20 segundos.
- Reducir el estrés
Hacer ejercicio regular y practicar técnicas de relajación, como yoga, respiración consciente o mindfulness, ayuda a que no se dispare la presión intraocular.
- No fumar y evitar la cafeína
Evitar el tabaquismo y reducir el consumo de café, té y otras bebidas con cafeína tiene beneficios tanto para la salud ocular como para la general.
- Dormir lo suficiente
Los adultos deberían dormir entre 7 y 8 horas para levantarse descansados, lo que contribuye a mejorar el bienestar general.
- Tener un peso saludable
Eliminar las grasas y el exceso de sal de la dieta también es cuidar de la salud ocular.
¿Cómo influye la alimentación?
Si bien la dieta sola no puede reemplazar el tratamiento para la tensión ocular alta, algunos alimentos pueden ayudar a mantenerla en niveles adecuados. Es el caso del pescado rico en Omega-3, como el salmón, la trucha y las sardinas; las verduras de hoja verde, como espinacas y acelgas; los alimentos ricos en vitamina C, como las frutas cítricas, las fresas y los kiwis; los frutos secos, como almendras y nueces, y las semillas, como las de chía y de lino.
Para la salud ocular también es muy bueno consumir huevos, que son ricos en carotenoides, zanahorias, fuente de betacarotenos, y derivados de la leche, que aportan abundante vitamina A.
En el caso de sentir algún tipo de molestia en los ojos, no está de más acudir a un especialista para someterse a un examen ocular en el que un profesional pueda detectar o descartar cualquier problema.