Los perros son animales básicamente carnívoros, pero admiten otro tipo de alimentos para completar su dieta y mantenerse sanos. Así, es aquella que tiene un buen equilibrio entre los macronutrientes, proteínas y grasas provenientes de la carne y el pescado (debe ser al menos un 70% de la dieta) y los carbohidratos cereales, legumbres y tubérculos. Para completar el balance nutricional hay que añadir micronutrientes, vitaminas y minerales, que se encuentra en verduras y frutas, que no deben pasar del 13%.
Pero estos últimos hay que dárselos con prudencia y mesura ya que pueden causar problemas de salud. Es más, algunos están completamente prohibidos, como las uvas, las nueces, la cebolla, el ajo, la granada o los cacahuetes por resultar muy tóxicos o peligrosos.
Frutas que sí
Son bastantes las frutas que nuestros perros pueden comer, pero de forma moderada. Tienen azúcar, que no es bueno para su salud. Además hay que eliminar las pepitas, huesos y piel.
Los arándanos son un alimento que contienen altas cantidades de vitaminas A, K y E, así como manganeso, por lo que es un buen antioxidante. Además cuenta con una buena cantidad de fibra. No más de seis piezas de vez en cuando.
La calabaza, una vez limpia de piel y semillas, es un alimento rico en fibra, con pocas calorías y vitaminas A, C y K, así como betacarotenos. También en calcio, folatos, sodio, fósforo, hierro, magnesio, potasio y cinc. Es un buen remedio en caso de vómitos o diarreas. Una tajada máximo.
El caqui, al que hay que retirar los huesos, es muy adecuado porque su pulpa tiene mucha agua, fibra y pocas calorías. Además de vitaminas A y C también aporta potasio, calcio, hierro y sodio.
El coco es la fruta con más fibra y un porcentaje alto de grasa. Además es rico en selenio, hierro, magnesio, fósforo, potasio y vitaminas del grupo B y E. Tiene propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas. Añadirlo en la comida como aceite es una buen opción.
Las frambuesas tienen su riqueza son las vitaminas B3, B9, C y E, sus minerales principales el hierro, el magnesio y el fósforo.
La manzana es rica en vitaminas C y A, además de carotenoides y ácido fólico. Entre los minerales destacan potasio, fósforo, magnesio y calcio. Sus taninos son antiinflamatorios y calman la mucosa gástrica. El problema está en sus semillas, que tienen cianuro y puede ser muy tóxico si se ingieren demasiadas. No más de tres rodajas.
El melón, junto con la sandía, es una de las frutas más hidratantes. Además de ser rico en vitaminas B, A, C, E y K y aportar potasio, calcio, magnesio y sodio, su agua es diurética. Ojo con la dosis, no más de una raja.
Frutas que sí, pero…
El plátano puede que sea una de las frutas preferidas de los perros, pero hay que dárselo con moderación. Aporta vitaminas y potasio, pero les resulta un poco difícil de digerir, causando diarreas leves. Su exceso de azúcar, por el contrario, puede provocarles estreñimiento.
El tomate maduro cuenta con muchos antioxidantes naturales y sus vitaminas A, B y C son muy beneficiosas para los ejemplares adultos. Pero también tiene solanina, especialmente en tallos y hojas que hay que eliminar. En poca cantidad.
Las fresas, otra de las frutas rojas de bosque, también aportan fibra, vitaminas y antioxidantes, pero tienen el inconveniente de ser muy ácidas y tener mucho azúcar. Les gusta, pero no debe ser diaria y no más de 4 piezas.
La mandarina es prácticamente el único cítrico que toleran ya que, en general, no le sienta bien el ácido de estas frutas. Tiene mucha fibra, lo que siempre es positivo, pero su zumo puede no sentarle bien. Además hay que ser muy cuidadoso eliminando las pepitas y evitar que coman su cáscara.
El aguacate está muy cuestionado, pero su pulpa es muy buena si está bien maduro. Su aporte de potasio es muy importante. Es ineludible retirar el hueso, la piel y el rabillo, que son las partes tóxicas.