¿Qué fue de Juanito Oiarzabal, el hombre que desafió a la muerte en los ochomiles?

Si hay un nombre que resuena con fuerza en la historia del montañismo español ese es el de Juanito Oiarzabal. Nacido en Vitoria-Gazteiz en 1956, este alpinista vasco ha dejado una huella imborrable en el himalayismo mundial, convirtiéndose en el primer español en coronar los 14 ochomiles y en el sexto montañero del mundo en lograr esta hazaña. Pero su vida no ha estado exenta de desafíos extremos, lesiones graves y un constante espíritu de superación.

Un pionero en el alpinismo mundial 

La carrera de Oiarzabal comenzó en los años 80, cuando empezó a escalar en los Pirineos y los Alpes, pero su verdadera obsesión siempre fueron los ochomiles, es decir, las cimas que superan los 8.000 metros de altitud y que representan el mayor desafío para cualquier alpinista.

Su primera gran conquista llegó en 1985, cuando alcanzó la cima del Nanga Parbat (8.126m). A partir de ahí, inició una impresionante carrera que lo llevó a sumar las 14 montañas más altas del mundo. En 1999, culminó su reto al coronar el Annapurna (8.091 m), convirtiéndose en el primer español en completar los 14 ochomiles y en el sexto montañero en la historia en conseguirlo.

Pero su ambición no se detuvo ahí. Conocido por su fortaleza y capacidad de resistencia, en 2004 anunció un nuevo objetivo: convertirse en la primera persona en ascender dos veces los 14 ochomiles. Fue un proyecto conocido como “2x14x8000”, una hazaña aún más exigente que la primera.

El accidente que cambió su vida

En 2004, mientras descendía junto a Edurne Pasaban del K2, la segunda montaña más alta del mundo, Juanito Oiarzabal vivió uno de los momentos más dramáticos de su carrera. Quedaron atrapados en la montaña y ambos sufrieron graves congelaciones en los pies. Esta experiencia les costó cara: Edurne tuvo que amputarse dos dedos, mientras que Juanito perdió la totalidad de ellos. A pesar de este durísimo golpe, su espíritu no se quebró. Decidió seguir escalando con prótesis, adaptándose a sus nuevas limitaciones.

Este episodio marcó un antes y un después en su trayectoria, pero no logró apartarlo de su gran pasión: las montañas. Continuó persiguiendo su objetivo de completar el segundo circuito de los 14 ochomiles, aunque con dificultades añadidas. A pesar de la dureza de la situación y de las secuelas físicas que sufrió, Juanito no se rindió. Aunque perdió parte de su movilidad y su capacidad de agarre, siguió escalando con determinación, luchando por completar su meta.

Sin embargo, con el paso de los años, el desgaste físico, la falta de patrocinadores y las dificultades para encontrar financiación para sus expediciones hicieron que tuviera que abandonar su proyecto en 2016, tras varios intentos fallidos en el Dhaulagiri.

De las montañas a la televisión 

Juanito Oiarzabal no es un extraño en el mundo de la televisión, y mucho menos en El Conquistador del Fin del Mundo. Su primera participación en el famoso reality de aventura fue en 2007, durante la tercera edición del programa de EITB, cuando fue elegido como capitán de uno de los equipos. En aquel entonces, su carácter fuerte y su espíritu de montaña marcaron su paso por el programa, aunque su temperamento le hizo protagonizar algunos momentos de tensión con los concursantes.

A lo largo de las distintas ediciones, Oiarzabal ha vuelto a aparecer en el programa en diversas ocasiones, ya sea como asesor, guía o colaborador especial. Su conocimiento del montañismo y la supervivencia le han convertido en un referente dentro del reality, aunque con los años ha mostrado su descontento con la evolución del programa, afirmando en más de una ocasión que el Conquis ha perdido parte de su esencia original.

Su última participación en 2024, aunque breve, volvió a despertar el interés del público, pero también dejó clara su postura crítica respecto al rumbo del programa. Su legado dentro del Conquistador sigue vigente, y su figura es recordada como la de uno de los capitanes más emblemáticos de la historia del Conquis.

También ha protagonizado otras aventuras, igualmente exigentes, pero mucho menos arduas que sus ascensos a las cumbres más altas. Juanito Oiarzabal participó en Supervivientes 2007, un reality show que tiene lugar en las duras selvas de Honduras. Fue allí donde, lejos de las montañas, aprendió habilidades tan vitales como pescar y nadar. A pesar de los retos, Oiarzabal demostró su gran fortaleza y resistencia, logrando quedar en segundo lugar. El ganador fue Nilo Manrique, mientras que Juanito compartió edición con figuras como Raquel Bollo y Sofía Cristo, quienes también dejaron su huella en el programa.

Libros sobre montañismo y superación

Además de su legado en la montaña y en la televisión, Juanito Oiarzabal también ha dejado huella en el ámbito literario. A lo largo de los años, ha plasmado su experiencia en la alta montaña en varios libros que han servido como fuente de inspiración para alpinistas y amantes de la aventura. Entre sus obras más destacadas se encuentra Los catorce ochomiles de Juanito Oiarzabal, en la que narra con detalle sus expediciones a las montañas más altas del planeta, ofreciendo una visión íntima y realista de los retos extremos que enfrentó.

Otro de sus libros más conocidos es Everest: diario de una victoria, donde relata su épica ascensión a la cima del mundo y las dificultades que tuvo que superar para lograrlo. También ha publicado Bajo los cielos de Asia, en el que describe sus vivencias en el Himalaya, abordando tanto los momentos de gloria como los más duros de su trayectoria.

Sus libros no solo son una crónica de sus hazañas deportivas, sino también una reflexión sobre el sacrificio, la resistencia y la pasión por la montaña. A través de su escritura, Oiarzabal comparte las emociones y pensamientos que lo acompañaron en cada expedición, desde el miedo y la incertidumbre hasta la euforia de alcanzar una cumbre. Su obra se ha convertido en una referencia para quienes sueñan con desafiar los límites y explorar los rincones más inhóspitos del planeta.

Su vida después de las grandes expediciones

Tras retirarse de las grandes cumbres, Oiarzabal ha seguido vinculado al mundo del montañismo y la divulgación. Actualmente, se dedica a impartir conferencias y charlas motivacionales, en las que comparte su experiencia en la montaña y su visión sobre la vida y la superación personal.

Su legado en el alpinismo es incuestionable. Ha inspirado a generaciones de montañeros y ha llevado el nombre de Euskadi a las cumbres más altas del mundo. Juanito Oiarzabal no solo ha sido un pionero, sino un símbolo de esfuerzo, pasión y resistencia.