Juncal Rivero, Remedios Cervantes, Raquel Revuelta, Esther Arroyo, Raquel Rodríguez, Eva González, María José Suárez o quien vino después de esta última, la bilbotarra Inés Sainz, son nombres que teletransportan directamente a aquella época en la que las Miss España se convertían, a la vez que en poseedoras de una corona (que siempre les encajaba mal en la cabeza), en caras y nombres conocidos. Era ganar el certamen de belleza e ir directas al estrellato. De hecho, ser Miss España les garantizaba un año, mínimo, de trabajo asegurado, participación en los programas de televisión más de moda y posibilidad de trabajar en ellos, interés por parte de las revistas del corazón e, incluso, un piso gratuito en Madrid del que podían disfrutar durante los 12 meses de reinado. Y eso, tal y como está el tema de la vivienda..., ¡era mucho!
El caso es que ser Miss España ya no es lo que era (¿alguien puede decir el nombre de la última coronada?), pero 1997, cuando la vasca Inés Sainz fue nombrada la mujer más guapa del Estado, fue un año de esos que podemos llamar dorados, y ella jugó bien sus cartas y le sacó partido al cetro de la belleza estatal.
Sainz participó en Miss Universo 1997 y aprovechó el tirón para trabajar durante años como modelo y colaboradora tertuliana de televisión. Su elegancia innata, porte distinguido y carisma natural le permitieron destacar en un sector tan competitivo como el de la moda, y en su corta pero intensa carrera de modelo participó en campañas de renombradas marcas y se convirtió en un rostro habitual en eventos de moda internacionales. Demostró ser una mujer inteligente y previsora y, una vez pasado su boom en el foco mediático, decidió estudiar Comunicación y Marketing y abandonó las pasarelas y la pequeña pantalla. Su objetivo estaba claro: el mundo empresarial. Primero estuvo trabajando en el Gabinete de prensa de Elizabeth Arden y una vez adquirida la experiencia necesaria, en 2009, fundó la agencia de Comunicación y Relaciones Públicas que mantiene hoy activa: Back Up Comunicación y Prensa. Aunque le encantaría volver a televisión, no lo haría a cualquier precio, pues, según ha desvelado, le han ofrecido Supervivientes y Gran Hermano.
Una transición estratégica hacia el mundo empresarial
La decisión de dar un giro a su carrera no fue fruto de la casualidad, sino el resultado de una reflexión sobre cómo quería proyectarse más allá de la imagen de modelo y presentadora. Durante sus años en la moda, Inés adquirió una visión estratégica sobre la importancia del branding personal y la comunicación, lo que la llevó a fundar su propia consultora. Con sede en Madrid, Back Up Comunicación y Prensa está especializada en el desarrollo de estrategias de branding personal, comunicación corporativa y gestión de crisis. Entre sus clientes se encuentran tanto figuras públicas como empresas emergentes que buscan destacar en un mercado cada vez más competitivo. Este proyecto no solo consolidó a Inés como una empresaria de éxito, sino que también le permitió canalizar su creatividad y experiencia en un ámbito que realmente la apasionaba.
Luchadora contra el cáncer
En 2019 llegó un invitado totalmente inesperado a la vida de Inés Sainz. La empresaria anunció que sufría cáncer de mama. Un duro golpe que afrontó con toda la valentía de la que fue capaz y con muchas ganas de plantar cara a la enfermedad. Lo contó ella misma a finales de septiembre de aquel año a sus seguidores a través de sus redes sociales y de su canal de YouTube. Desde el principio, la modelo trató de comunicarlo con naturalidad y decidió ir contando paso a paso cómo vivía las revisiones, pruebas y tratamientos, y cómo se libró de la quimioterapia, ya que solo necesitó que le trataran con radioterapia.
Ella misma declaró en una revista: “Bueno, gané una batalla, pero no la guerra, todavía sigo en tratamiento, muy sencillo, pero estás con el miedo de que se puede reproducir. Yo intenté ayudar a los demás para que siguieran mi caso. Cada tres meses voy al médico”. Lo que no pensó en ningún momento Inés fue que tuviera que llegar a denunciar a una empresa cosmética vasca de la que era imagen, ya que la despidió por anunciar que padecía cáncer.
Científica de datos
Parte del éxito de su empresa puede que se deba a uno de los puntos fuertes de la empresaria: su titulación como científica de datos. “La ciencia de datos es esencial en todos los sectores, buscamos datos, fuentes de datos oficiales y fiables, los procesamos y creamos algoritmos que hacen predicciones. Vamos dejando un reguero de datos que están ahí y se puede hacer maravillas con ellos”, cuenta. De ahí que su empresa se haya distinguido por integrar herramientas digitales avanzadas, como el análisis de datos y las campañas personalizadas en redes sociales, lo que ha permitido a sus clientes posicionarse de manera destacada en mercados competitivos. Además, Sainz ha apostado por proyectos que fomentan la igualdad de género en el ámbito empresarial, promoviendo la inclusión de mujeres en roles de liderazgo y ofreciendo formación especializada.
También escritora
Un año antes de que le diagnosticaran el cáncer de mama, Inés Sainz vio cumplido uno de sus sueños cuando publicó el que por ahora es su único libro, aunque ya ha declarado su interés en publicar más. Se tituló Con la miss en los talones y, según ella misma, se trató de una mezcla de comedia y diversión. “Es una novela de ficción que relata el día a día de una abogada abocada a las desdichas y el fracaso. Para colmo, su ex marido comienza a salir con una Miss España. El libro reconoce el valor de la mujer en la sociedad actual. Transmite feminismo”. El libro lo escribió junto al guionista y escritor Víctor Blázquez, quien estaba al frente del estilo literario mientras ella se encargó de contextualizar las historias y aportar anécdotas que había vivido en las alfombras rojas, organizando eventos o en algún viaje.
Además, ha estado involucrada en iniciativas que promueven el empoderamiento de la mujer en el ámbito empresarial. “Quiero que las mujeres comprendan que su imagen y su voz tienen un impacto significativo, no solo en lo profesional, sino también en lo personal”, ha señalado en más de una ocasión.
Muy discreta con su vida personal
Inés Sainz siempre se ha caracterizado por ser extremadamente discreta con su vida personal. Lejos de relacionarse con otras caras conocidas, como ha ocurrido con muchas de sus compañeras de reinado, a la bilbaina solo se le conoce una relación oficial. Fue en 2011 cuando se casó con Christian Martín en Bilbao, ya que, a pesar de que la empresaria lleva viviendo en Madrid más de 20 años, quiso celebrar su gran día en la capital vizcaina. Se separaron apenas tres años después, cuando Mateo, el hijo que tienen en común, era muy pequeño. A pesar de que en su momento se comentó que la separación había sido un tanto complicada, hoy en día la relación es cordial y Mateo tiene ya 11 años.
No son pocas las ocasiones en que ha sido fotografiada en compañía de algún hombre que ella siempre ha catalogado de amigo, ya que no ha reconocido ninguna relación sentimental.