Desde su debut profesional hasta su retirada, la figura de Augusto Ibáñez Sacristán, Titín III, ha sido sinónimo de entrega, carisma y una capacidad innata para la pelota. ¿Qué ha sido de él tras colgar el gerriko?
Nacido el 13 de enero de 1969 en Tricio, La Rioja, creció en un entorno donde la pelota mano era parte esencial de la cultura local. Desde muy joven mostró un talento innato para este deporte y el 13 de septiembre de 1992 debutó profesionalmente, comenzando una trayectoria que lo convertiría en una de las mayores leyendas de la disciplina. Titín III se ganó rápidamente un lugar en la élite gracias a su estilo aguerrido y su capacidad de lucha en la cancha. Era único dándolo todo. Su posición de delantero y su habilidad para resolver peloteos con jugadas espectaculares le valieron el reconocimiento del público y de sus compañeros. Con el paso de los años, se convirtió en una referencia del cuadro delantero, destacando por su garra, su fortaleza física y su capacidad para definir partidos en momentos clave.
Títulos y grandes momentos en la pelota vasca
La carrera de Titín III estuvo repleta de momentos memorables. Entre sus logros más destacados se encuentran sus victorias en el Campeonato de Parejas, donde formó dupla con algunos de los mejores zagueros del momento. En cuatro ocasiones (1994, 2000, 2004 y 2012) logró alzarse con este título, demostrando su capacidad para adaptarse a diferentes compañeros y situaciones de juego.
Uno de los momentos más recordados de su carrera se produjo en la final del Campeonato de Parejas de 2004, cuando, junto a Fernando Goñi, se impuso en un partido épico que quedará en la memoria de los aficionados a la pelota. En 2012, a punto de retirarse, volvió a demostrar su talento consiguiendo su tercer título de Parejas junto a Merino II, consolidando su legado en el deporte.
En 2007, Titín III logró uno de los mayores hitos de su carrera al proclamarse campeón del Campeonato del Cuatro y Medio, venciendo en la final a Barriola por 22-15. Esta victoria fue especialmente destacada porque el riojano, con su característico estilo aguerrido y su gran capacidad de lucha, consiguió imponerse en una modalidad que tradicionalmente favorece a pelotaris más técnicos y veloces. Su triunfo consolidó su legado como uno de los jugadores más completos de su generación. Además, Titín III fue un habitual en la final del Campeonato Manomanista, el torneo más prestigioso de la pelota vasca, en el que los pelotaris se enfrentan en duelos individuales. Aunque no logró hacerse con el título, sus participaciones siempre fueron sinónimo de espectáculo y entrega. La afición le tenía un respeto especial por su perseverancia y su lucha en cada partido.
Cuatro y Medio de 1997, ¿la mejor final de la historia?
Pocas dudas hay sobre cuál ha sido la mejor final de la historia de la pelota. Incluso muchos dicen que aquel 13 de diciembre de 1997 cambió el rumbo de este deporte. Pongámonos en situación: Vitoria-Gasteiz. Frontón Ogueta. Final del Cuatro y Medio. Un consagrado Julián Retegui y un prometedor Titín III. 43 años el navarro y 28 el riojano. Se sentía en el ambiente el relevo generacional.
Esta final es uno de los grandes regalos que Titín dio a los aficionados de la mano de Retegi. Y, es que, aquel partido tuvo de todo: la cinta de Retegui en la nariz (empezaba a ponerse de moda entonces), los pelos electrificados de Titín, los míticos botilleros Fermín Ezkurra y Javier Solozábal, la cojera del navarro, la imagen del riojano tirándose al suelo a por cada pelota, la emoción del 21-21, el éxtasis del 22-21, la invasión de aficionados nada más acabar el partido… La victoria fue para Retegi, el futuro… para Titín III.
La retirada de un ídolo
Después de más de dos décadas en la élite, Titín III decidió poner punto final a su carrera profesional el 5 de octubre de 2014. Aunque más bien lo decidió Aspe, la empresa en la que militaba el riojano y que optó por no renovarle. Su despedida se llevó a cabo en un abarrotado frontón Adarraga de Logroño, donde miles de aficionados se reunieron para rendir homenaje a uno de los pelotaris más carismáticos y queridos de la historia.
Su retirada no fue fácil, ya que su pasión por la pelota seguía intacta. Sin embargo, Titín III supo encontrar nuevas formas de mantenerse vinculado al mundo de la pelota por medio de una empresa mejor, Garfe. Con ella, y fuera del foco mediático, ha seguido ejerciendo como embajador del deporte y promoviendo su práctica entre las nuevas generaciones. Durante más de siete años estuvo repartiendo, pueblo a pueblo, su sabiduría, su buen hacer y su simpatía.
El 14 de enero de 2022 decidió que ya no habría más partidos profesionales. Se despidió en la localidad navarra de Sartaguda, acababa de cumplir 53 años y se iba sabiendo que ha sido el pelotari más longevo de la historia del profesionalismo.
Su vida tras la pelota: nuevos retos y compromisos
Padre de tres hijos, y lejos de desaparecer del foco mediático, Titín III ha sabido reinventarse tras su retirada. Desde entonces, ha estado involucrado en diversas iniciativas relacionadas con el deporte, la gestión deportiva y la promoción de la pelota.
Uno de sus proyectos más importantes ha sido su participación en la dirección y gestión de actividades vinculadas a la pelota a mano en La Rioja, una comunidad por la que siente pasión. Además, entre 2011 y 2015 fue tentado por el Partido Popular y se presentó en las elecciones municipales en la lista encabezada por Cuca Gamarra. En su momento aseguró que “me lo propuso Pedro Sanz y acepté si se vinculaba al deporte”. Y así fue, ya que ejerció de concejal de deportes en esa legislatura.
Ha trabajado en la formación de jóvenes pelotaris en su escuela, transmitiéndoles los valores de esfuerzo, dedicación y respeto por el deporte. Además, Titín III ha sido una figura habitual en eventos y retransmisiones deportivas, ejerciendo como comentarista en diversas competiciones de pelota vasca. Su experiencia y conocimiento del juego le han permitido aportar un análisis profundo y detallado en cada retransmisión, enriqueciendo la visión del espectador sobre el desarrollo de los partidos. Más allá del deporte, Titín III también ha participado en iniciativas de carácter social, promoviendo actividades deportivas en comunidades locales y fomentando la práctica de la pelota como una herramienta para la integración y el desarrollo personal.
La historia continúa
No en el mundo de la pelota, pero sí en el del deporte, concretamente en el fútbol. Ahí es donde actualmente continúa la saga de los Titín. Pocos saben que Pedro Ibáñez, delantero de 13 años de la Real Sociedad, es sobrino del mítico pelotari riojano. El chaval es hijo de José Miguel Ibáñez Sacristán, un año más joven que Titín III y el cuarto de los cinco hermanos.