Qué hacer ante una emergencia nuclear

¿Es posible que Rusia lance un ataque nuclear a gran escala? Parece improbable pero las amenazas están ahí y el bombardeo de la central nuclear de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, ha reavivado todavía más el miedo nuclear. "Si hay una explosión, será el fin de todo, el fin de Europa", señaló el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. Ante esta seria advertencia recordamos algunos consejos del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU sobre qué hacer ante una emergencia nuclear, siempre que estemos fuera del epicentro de la detonación. De lo contrario no hay escapatoria.

1- Buscar un refugio seguro. Ante un impacto directo no hay refugio que valga. Pero si nos encontramos fuera del alcance inmediato de la detonación, hay que resguardarse antes de la llegada de la lluvia radiactiva. Lo recomendable es cobijarse bajo tierra, en un garaje, un sótano o un búnker, si lo tuviéramos. Si nos quedamos en casa, hay que intentar huir a la parte central del edificio, lejos de paredes, ventanas y techos.

2- Si hemos estado en el exterior, quitarnos la ropa y limpiarnos bien todo el cuerpo con agua y jabón para eliminar la posible radiación. Si no disponemos de agua, usar toallitas o un paño húmedo. La ropa hay que tirarla o depositarla en algún lugar convenientemente sellado. Si nos encontramos al aire libre en el momento de la detonación, protegerse detrás de cualquier objeto, el más grande posible y ponerse boca abajo.

3- Tener preparado un kit de supervivencia. Debe incluir agua (3 litros por persona y día al menos), latas de conserva, medicamentos, pilas, una linterna, mascarillas, cintas para sellar recintos, mapas y un silbato.

4- Refugiarse 24 horas. Una vez nos encontremos en lugar seguro, permanecer allí al menos 24 horas a no ser que las autoridades digan lo contrario. Hay que estar pendiente de la evolución del ataque. Lo ideal es disponer de una radio de pilas o una televisión, si tenemos donde enchufarla y hay electricidad, porque los móviles dejarán de funcionar. Los expertos aseguran que tras 24 horas es más seguro abandonar el refugio por si escasean los suministros y además las partículas radiactivas habrán bajado a niveles menos peligrosos.