Actualizado hace 8 minutos
La hoja del calendario indica que estamos a mediados de diciembre y que ya falta poco para Navidad. Las ciudades cambian por unos días su pulso habitual por un ritmo más acelerado que poco a poco se va dejando sentir en las calles.
Las luces, los escaparates decorados, las tiendas llenas de clientes y los bares y restaurantes repletos impregnan las calles y los establecimientos de un ambiente festivo muy especial, y no es raro que se produzcan aglomeraciones.
Las actividades culturales, especialmente las dirigidas al público infantil como conciertos, belenes o exposiciones, se multiplican en estas fechas y disfrutar de todo ello junto a los más pequeños es uno de los planes favoritos de la Navidad. Sin embargo, al hacerlo nos podemos llevar el susto de nuestra vida.
Sin mirar atrás
Ya sabemos que los más pequeños pueden abstraerse totalmente si ven algo que les interesa. Así, podrán quedarse embelesados mirando un puesto de un mercadillo, perderse entre los pasillos de una tienda para buscar su juguete favorito o correr por un centro comercial para montarse en una atracción, y todo, siempre, sin mirar atrás.
Por todo ello, los padres, en vez de entrar en pánico con solo pensar en que nuestro hijo o hija se puedan perder, debemos ser conscientes de que es una situación probable, pero que podemos prevenir y resolver sin graves consecuencias.
Desde el Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes (OPRA) ofrecen una serie de pautas que los padres deben inculcar a sus hijos para evitar perderlos de vista y para que ellos mismos sepan qué deben hacer en caso de extraviarse.
Cómo debe actuar el menor
El menor que se ha perdido debe mantener la calma, mirar a su alrededor y, si no encuentra a sus padres, decirle a algún adulto (preferiblemente que tenga niños) que se ha perdido para que llame por teléfono a sus padres o a la Policía. Para ello tendremos que haberle enseñado previamente a memorizar el número; si es demasiado pequeño, se le puede apuntar el teléfono en la mano.
Si el menor tiene edad para reconocerlos, puede dirigirse directamente a alguien con uniforme (policía, personal de seguridad, personal de socorro...), o al personal que trabaje en el lugar en el que se ha perdido (dependientes, azafatas, personal de limpieza...).
El menor no debe abandonar el lugar en el que se ha perdido, aunque si tiene cerca un lugar alto y visible puede colocarse allí para ser visto. Debe acercarse a pedir ayuda, pero nunca marcharse con nadie, ni permitir que alguien le lleve a un sitio apartado o fuera de la vista de la gente. Si intentan agarrarlo, debe saber pelear, gritar, patalear y pedir auxilio.
Si tiene edad suficiente, es conveniente que al llegar a un lugar concurrido los padres acuerden con él un punto de encuentro por si se despista.
Cómo debe actuar el adulto
Un adulto que se encuentre a un menor perdido debe actuar con tranquilidad e intentar calmarlo si está asustado. Nunca debe coger sus pertenencias, ni intentar agarrarle, sujetarle ni intimidarle con gestos bruscos o gritos. Debe permanecer a su lado y explicarle con palabras sencillas todo lo que se va haciendo.
Si tiene edad suficiente, se le puede preguntar si sabe el nombre de sus padres y si conoce algún teléfono de contacto al que poder llamar.
No hay que moverlo del lugar en el que se ha perdido, puesto que sus padres pueden regresar a buscarle allí. Sin embargo, si el menor pide que le lleven a un punto de encuentro acordado previamente con sus padres, hay que acompañarle y siempre por donde haya gente.
Se debe comunicar lo antes posible a la Policía (112) o al personal del lugar que el niño se ha perdido. Nunca se le dejará solo hasta que un agente o alguno de sus padres se haga cargo de él. Si la persona que va a recogerle no es alguien de confianza del menor, también habrá que esperar hasta que llegue un agente.
¿Y los padres?
Y mientras tanto, ¿qué pueden hacer los padres? La bloguera Jess Martini publicó en TikTok un consejo sobre qué hacer si un niño desaparece en un espacio público. Esta recomienda buscar al niño en voz alta, gritando su nombre, qué aspecto tiene y cómo va vestido. De esa forma, las personas que están alrededor también le buscarán, se correrá la voz y podrá ser encontrado antes.
De todas formas, sea cual sea la edad del niño es necesario hacerle ver la importancia de no despistarse en lugares donde haya mucha gente para evitar disgustos. No se trata de amenazar ni de generar miedo, sino de dejar claro que es algo que puede pasar y que supondría un susto enorme y un mal rato para todos.