El yogur es un alimento que ha ganado popularidad no solo por su sabor y versatilidad, sino también por los beneficios que puede aportar a la salud.
Consumirlo diariamente podría traer cambios positivos en el organismo, aunque hay aspectos importantes que deben considerarse para aprovechar al máximo sus propiedades. A continuación, exploramos cómo el yogur afecta el cuerpo, las precauciones que conviene tener en cuenta y qué detalles observar al elegir un yogur saludable.
Beneficios de comer yogur todos los días
Mejora la digestión
El yogur es rico en probióticos, microorganismos vivos que ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal. Esto puede reducir problemas como el estreñimiento y la hinchazón, además de mejorar la absorción de nutrientes en el intestino.
Fortalece huesos y dientes
El calcio y la vitamina D del yogur ayudan a fortalecer la estructura ósea y dental. Estos nutrientes son esenciales para prevenir enfermedades como la osteoporosis, una condición que aumenta el riesgo de fracturas en la edad adulta.
Favorece la salud cardiovascular
Algunos estudios sugieren que los probióticos en el yogur pueden reducir los niveles de colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”, ayudando a proteger la salud del corazón. Además, el potasio que contiene ayuda a regular la presión arterial, un beneficio importante para quienes buscan controlar el sodio en su dieta.
Ayuda en el control de peso
El yogur es una fuente rica en proteínas, lo que aumenta la sensación de saciedad. Consumirlo como parte del desayuno o como un tentempié puede ayudar a controlar el apetito a lo largo del día, lo cual es beneficioso para aquellos que desean mantener un peso saludable o perder algunos kilos.
Beneficios para la piel y el cabello
Los nutrientes del yogur, como la vitamina B2, el zinc y el ácido láctico, pueden mejorar el aspecto de la piel y del cabello. Estos componentes ayudan a mantener la piel hidratada y suave, y fortalecen el cabello, reduciendo la resequedad y la fragilidad.
Precauciones y posibles consideraciones
Aunque el yogur es beneficioso, no todos los tipos de yogur tienen el mismo valor nutricional. Aquí algunas consideraciones importantes:
Azúcar añadido y edulcorantes artificiales
Muchos yogures comerciales contienen altos niveles de azúcar o edulcorantes artificiales, que pueden contrarrestar los beneficios de este alimento. El consumo excesivo de azúcar puede aumentar el riesgo de problemas metabólicos y contribuir al aumento de peso.
Intolerancia a la lactosa
Si bien el yogur es más fácil de digerir que otros productos lácteos, algunas personas con intolerancia a la lactosa pueden experimentar malestar digestivo al consumirlo. En estos casos, existen opciones sin lactosa o alternativas vegetales como el yogur de soja, coco o almendras.
Alergias a las proteínas de la leche
Algunas personas tienen alergias a las proteínas de la leche, como la caseína, lo que hace que el yogur no sea una opción viable para ellas. En estos casos, se recomienda consultar con un médico y optar por alternativas vegetales si es necesario.
Exceso de consumo
Consumir demasiado yogur al día puede resultar en un exceso de calorías, especialmente si se eligen versiones con alto contenido de azúcar. Esto puede afectar la dieta de forma negativa, sobre todo si se reemplazan otros alimentos que aportan nutrientes variados.
¿En qué debemos fijarnos para elegir un yogur saludable?
Al elegir un yogur saludable, es importante leer la etiqueta y prestar atención a ciertos elementos. Aquí algunos aspectos clave:
Sin azúcar añadido
Opta por yogures naturales o sin azúcar añadido. Muchos yogures de sabores contienen hasta 15 gramos de azúcar por porción, lo que representa más de la mitad de la ingesta diaria recomendada. Los yogures sin azúcares añadidos pueden endulzarse en casa con frutas frescas, como fresas o arándanos.
Alto contenido en proteínas
Elige un yogur que contenga una cantidad adecuada de proteínas, ya que esto aumentará la saciedad. Los yogures griegos suelen tener un mayor contenido proteico y menos azúcar, lo que los convierte en una excelente opción para quienes buscan controlar su peso o incrementar la ingesta de proteínas.
Con probióticos activos
Busca yogures que especifiquen en la etiqueta la presencia de cultivos vivos o activos. Los probióticos, como el Lactobacillus y el Bifidobacterium, son beneficiosos para la salud intestinal. Un yogur sin estos cultivos no aporta los mismos beneficios digestivos.
Contenido de grasa adecuado
La elección entre yogures enteros, semidescremados o desnatados dependerá de las necesidades de cada persona. Los yogures enteros aportan grasas saludables, pero para quienes buscan reducir el consumo calórico, los desnatados pueden ser una buena opción.
¿Cuántos yogures consumir al día?
En general, se recomienda consumir una o dos porciones de yogur al día para obtener sus beneficios sin exceder el consumo calórico. Una porción estándar suele ser de 125-150 gramos. Sin embargo, quienes tienen una dieta equilibrada podrían optar por una porción diaria y complementar el calcio y proteínas con otros alimentos.
La mejor forma de incluir el yogur en la dieta
Incluir yogur en la dieta diaria puede ser beneficioso si se hace de manera equilibrada y saludable. Optar por un yogur natural sin azúcares añadidos es clave, ya que permite aprovechar sus beneficios sin el exceso de calorías. Una excelente forma de consumirlo es en el desayuno, mezclándolo con frutas frescas como fresas o arándanos y un puñado de frutos secos o semillas, como chía o linaza, que aportan fibra y grasas saludables. También puede usarse como base para batidos, combinándolo con frutas y vegetales para un desayuno o merienda completa y saciante.
Otra opción es usar el yogur como sustituto de ingredientes más calóricos en salsas y aderezos. Al reemplazar la mayonesa o la crema en preparaciones como el aderezo de ensalada o los dips, el yogur aporta cremosidad sin añadir grasas saturadas en exceso. Así, se convierte en un ingrediente versátil que ayuda a mejorar la dieta diaria de forma deliciosa y práctica.