Nunca antes se había visto tal desidia en un participante de ‘MasterChef’. La actitud de Patricia Conde durante la primera parte de la gran final dejó atónitos tanto a los telespectadores como al jurado del concurso, especialmente a Jordi Cruz. Y es que Conde era una de las grandes favoritas a ganar ‘talent show’ de cocina, cuyo premio ahora se disputarán Lorena Castell y Manu Baqueiro.
Cruz no daba crédito a la pasividad con la que la presentadora afrontaba su menú. Bien es cierto que Patricia había elegido los platos más complicados: lenguado con menier de cítricos, chalotas y patatas suflé y el postre, un huevo de mousse de yogur con helado y confitura de violetas. Sin embargo, no se entiende que fuera tan lenta en la preparación (estuvo más de una hora limpiando el lenguado).
Samantha Vallejo-Nágera le dio un primer toque atención. Ante el agobio que le entró pidió abandonar la cocina, creemos que para no mostrar su derrumbe ante las cámaras. A la vuelta, la lentitud se transformó en pasotismo y cachondeo. No lograba sacar ningún plato adelante, lo que terminó enfureciendo a Jordi Cruz, que le echó en cara que había tirado por tierra la final.
“En esta prueba has hecho historia. En 10 años es la primera vez que vemos una finalista que no quería luchar por la chaquetilla. Patricia, has sido una absoluta decepción. Y lo peor de todo es que cada vez que te intentábamos reconducirte parecía que te tomabas a pitorreo nuestras palabras”, le dijo el chef catalán.
La respuesta de Patricia fue que se encontraba muy cansada, que tenía mucho sueño. “A ver Jordi, ya te he dicho que tengo mucho sueño, que estoy muy cansada, que no he parado en estos últimos días. Y he llegado aquí como que solo tengo ganas de dormir, estoy muy cansada. En ningún momento me lo he tomado a pitorreo”. Confesó que estaba “nerviosa” y que se sintió “bloqueada y sobrepasada”.
Pero para Jordi Cruz estas explicaciones resultaron incomprensibles, no entendía su actitud. “No se entiende”, apostilló, antes de anunciar que no merecía la chaquetilla para el duelo final.
Ya luego más calmada, en redes sociales quiso pedir perdón a su “familia, amigos, al equipo de Master Chef y a todos los que han creído en mí más que yo misma”. A su juicio, “el giro de la película era que Manu se llevara la chaquetilla porque se lo merecía más que nadie”. Asimismo, lamentó “no haber sido más competitiva y ambiciosa”, para acabar diciendo: "Es tv, no es real".