En la vorágine de la vida moderna, todos hemos experimentado algún momento en el que la prisa nos lleva a cometer errores inesperados. Pero, ¿qué sucede cuando esos errores se trasladan al mundo de los vehículos de motor y, más específicamente, al tipo de combustible que les suministran? Si algún día cometes o has cometido un error al llegar a la estación de servicio aquí tienes una guía para saber cómo afecta a tu vehículo a nivel interno y cómo puedes solucionarlo.
Los síntomas inconfundibles
Cuando llenas tu coche con el combustible incorrecto, la primera señal de alerta suele ser un aroma extraño que invade el habitáculo. Los gases de escape pueden volverse más oscuros y densos, y el rendimiento del motor comenzará a deteriorarse notablemente. Experimentarás una disminución de la potencia, tirones y vibraciones inusuales mientras conduces. En general, notarás que algo en el vehículo no va bien.
La solución crucial
Antes de entrar en pánico, es importante saber que, si actúas rápidamente, puedes minimizar los daños. En primer lugar, detén tu vehículo tan pronto como notes los síntomas mencionados anteriormente. No sigas conduciendo, ya que esto puede agravar el problema.
Luego, llama a una grúa o servicio de remolque para llevar tu vehículo al taller más cercano. El combustible incorrecto debe ser drenado del tanque lo antes posible. Una vez que se haya eliminado el combustible equivocado, el sistema de combustible debe ser limpiado para evitar que los residuos contaminen el motor y otros componentes.
¿Se puede volver atrás?
Lamentablemente, una vez que el combustible incorrecto ha dañado el motor, no hay vuelta atrás. Los costos de reparación pueden ser significativos, dependiendo de la gravedad de los daños. Es por eso que la prevención es la clave.
Impacto en la mecánica interna
El daño real causado por el uso de combustible incorrecto depende de varios factores, como la cantidad de combustible erróneo utilizado y la eficiencia del sistema de filtrado de combustible del vehículo. En general, el combustible incorrecto puede causar daños en la bomba de combustible, los inyectores, las bujías, las válvulas y el sistema de escape. Esto puede resultar en una pérdida significativa de potencia y, en casos graves, en la necesidad de reemplazar partes costosas del motor.