Puede que alguna vez te hayas planteado abrir una cuenta bancaria a un hijo o hija menor de edad. Las entidades ofrecen cuentas diseñadas a su medida y especialmente seguras para administrar sus ahorros.
Este tipo de cuentas son una buena forma de que los menores aprendan a gestionar sus fondos y sus pequeños gastos desde edades tempranas, y facilitan el ahorro y la construcción de un colchón financiero para cuando sean mayores de edad.
Así, cualquier menor puede disponer de una cuenta bancaria a su nombre. Sin embargo, no puede abrirla solo, sino que son sus padres (y si no los hay, su representante legal) los únicos que pueden abrir dicha cuenta por ser quienes tienen la patria potestad.
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Un niño sujeta una hucha de un cerdito.
Requisitos
Para abrir la cuenta será necesario aportar el DNI o el NIF provisional del menor (hasta los 13 años si este todavía no dispone de un DNI), aunque a partir de los 14 años será obligatorio aportar el DNI. También se deberá entregar el DNI del representante legal y el libro de familia que acredite la representación del menor.
Una vez que se comprueba que toda la documentación es correcta, se procede a abrir la cuenta bancaria en la que el menor va a figurar como su único titular, apareciendo el padre o la madre como representantes legales y como personas autorizadas hasta que el titular cumpla los 18 años. También se puede dar el caso de que los padres opten por figurar como cotitulares en la cuenta de su hijo.
"La cuenta bancaria es para el menor, por lo que sus representantes legales no deberán utilizarla para sus operativas personales, puesto que podría tener consecuencias legales. En lo que respecta a la titularidad de la cuenta, esta deberá recaer sobre el menor si los fondos son para él, aunque los representantes legales también podrán incluirse como titulares de la cuenta", señala Caixabank.
"Si el menor tiene más de 12 años, puede acceder al uso de una tarjeta de débito asociada a la cuenta e incluso al servicio de pago Bizum. En este caso es importante establecer los límites correctos y adecuados tanto a la edad como a la madurez del adolescente", añade la entidad.
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Un niño cuenta sus ahorros y los mete a un tarro de cristal.
¿Qué ocurre al cumplir 18 años?
Cuando el menor cumpla la mayoría de edad, automáticamente sus representantes legales dejarán de tener acceso a la cuenta, pasando el menor a ser titular pleno y a ejercer todos los derechos sobre la misma. Si sus representantes quieren figurar como autorizados, deberá solicitarlo el titular.
En el caso de que el representante legal ya estuviera incluido como cotitular en la cuenta del menor, aunque este cumpla los 18 años, seguirá siendo titular y por lo tanto seguirá teniendo acceso y podrá seguir operando en ella.
Si la cuenta era específica para menores (como cuentas infantiles o juveniles), el banco puede convertirla en una cuenta estándar para adultos. Es posible que cambien las condiciones, como tarifas, intereses o beneficios, por lo que conviene revisarlas.
Notificación del banco
En ocasiones, el banco notificará al menor (ahora adulto) sobre la necesidad de acudir a una sucursal para formalizar el cambio de titularidad o actualizar los términos de la cuenta.
Deberá actualizar sus datos personales con el banco, presentando su DNI como adulto. Si el joven no actualiza la información, la cuenta podría quedar congelada o limitada hasta que cumpla con este requisito.
Así, a partir de los 18 años, el joven tendrá control total sobre los fondos depositados en la cuenta, salvo que existan restricciones legales o judiciales u otros cotitulares en la cuenta.
Se recomienda que el joven o sus padres se comuniquen con el banco antes de que cumpla 18 años para entender los cambios que se aplicarán. Además, hay que asegurarse de que el banco tenga la información más reciente para evitar cualquier problema de acceso.
Ya lo ves, si tu hijo o hija son titulares de una cuenta bancaria, cuando cumplan los 18 años adquirirán la titularidad completa. Sin embargo, este no es el único cambio, ya que la entidad podría modificar las condiciones o los requisitos. Por ello, es conveniente conocerlo de antemano para adoptar las decisiones oportunas.