La patronal alavesa SEA y la Cámara de Comercio de Álava pidieron ayer a los trabajadores de la planta Mercedes de Vitoria que “reflexionen sobre las consecuencias” que tendría para la propia fábrica y para la economía de todo este territorio e incluso de Euskadi que no se alcance un acuerdo para renovar el convenio colectivo de la empresas.
En el mismo día que la plantilla de Mercedes secundó ayer su novena jornada de huelga, SEA Empresarios Alaveses y la Cámara de Comercio de Álava rubricaron una declaración institucional conjunta para expresar su más profunda preocupación por la situación actual, la incertidumbre ante lo que podrá pasar en la votación del lunes y el futuro del tejido alavés si el resultado termina siendo un no al preacuerdo alcanzado entre la dirección de Mercedes y la mayoría sindical.
En este contexto, desde ambas instituciones se recuerda que “está en juego la mayor inversión jamás recibida” en Araba. Para que se haga realidad, recuerdan, es necesario que la mayoría de la plantilla dé su conformidad con el preacuerdo alcanzado que “traerá paz social” y habilitará una inversión “imprescindible” para que tanto la planta como sus proveedores puedan seguir manteniendo, recoge la declaración, “su nivel de bienestar”. Máxime cuando, rubrican SEA y la Cámara, con esta inversión la fábrica aspira a liderar el estado del arte de los procesos productivos de la era eléctrica. Así, recuerdan que Mercedes-Benz Vitoria está trabajando para recibir la asignación de nuevo vehículo con el que quiere liderar el mercado de las Vans eléctricas de tamaño medio a nivel mundial.
“El reto es enorme. Si lo consigue, esto supondrá el aseguramiento de los actuales puestos de trabajo y la creación de empleo para nuevas generaciones. La sociedad alavesa y vasca dependen enormemente de esta gran empresa”, subrayan la patronal y la Cámara. Advierten asimismo de la transformación que vive el sector de la automoción ya que el vehículo de combustión “ha emprendido un camino sin retorno hacia un concepto de movilidad sostenible”. Ante la reclamación de los sindicatos que se oponen al preacuerdo de ligar los incrementos salariales al IPC, SEA y la Cámara señalan que “es imprescindible trabajar en fórmulas de retribución que refuercen el poder adquisitivo de los empleados sin poner en peligro la viabilidad de los proyectos y de las empresas”.
“Potenciar las ventajas competitivas es la única manera de alcanzar rentabilidades de manera sostenible”, concluyen.