Donald Trump ha amenazado al Estado español con elevar un 100% los aranceles si no incrementa su gasto en defensa como país miembro de los BRICS. Pero España no forma parte de este grupo de países. El término "BRICS" es un acrónimo formado por las iniciales de los países miembros: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Originalmente, el grupo se conocía como "BRIC", pero Sudáfrica se unió en 2010.
Se trata de un grupo de países emergentes que comparten características económicas similares y tienen como objetivo promover la cooperación en áreas económicas, políticas y sociales para fortalecer su influencia global.
Los BRICS representan una parte significativa de la población y la economía mundial: abarcan cerca del 40% de la población mundial y contribuyen aproximadamente al 25% del PIB global, posicionándose como alternativa al dominio de los países occidentales en instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Países integrantes
Si vamos por orden, Brasil representa a América del Sur, con una economía basada en la agricultura, minería, energía y servicios, mientras que Rusia, pese a su guerra con Ucrania y las sanciones a las que se enfrenta, sigue siendo un actor clave en Europa y Asia por su riqueza en recursos naturales, especialmente gas y petróleo.
En el caso de la India, es una de las economías con mayor crecimiento del planeta, con un enfoque en tecnología, manufactura y servicios.
China, por su parte, es la segunda economía más grande del mundo tras Estados Unidos, con un papel predominante en la manufactura y exportaciones globales.
El último en unirse al grupo fue Sudáfrica, que representa al continente africano y cuyo potencial en minería y recursos naturales es fundamental para su economía.
Principales objetivos
Entre los principales objetivos de los BRICS está promover un orden mundial multipolar y equilibrado, así como elevar la cooperación económica y comercial entre sus miembros, fortalecer el desarrollo sostenible y reducir las desigualdades, así como contar con instituciones propias, como el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo en los países miembros y en otras economías emergentes.