Qué son los gastos hormiga que te fastidian el presupuesto y cómo puedes evitarlos

Con los niveles actuales de inflación cualquier medida que nos ayude a aumentar nuestra capacidad de ahorro y a frenar la de gasto será bienvenida para llegar con más facilidad a fin de mes.

Controlar más gastos y gestionar mejor los ingresos son dos asuntos claves para gestionar un presupuesto familiar o doméstico.

En nuestra economía familiar y personal es imprescindible llegar a un equilibrio de ingresos y gastos y evitar cualquier gasto que que repercuta de manera negativa en el balance de ingresos y gastos.

Y uno de los gastos más inadvertidos son los denominados gastos hormiga.

Son aquellos que se producen diariamente, o varias veces a la semana, o con cualquier frecuencia, pero son gastos totalmente evitables que pueden parecer insignificantes o inofensivos porque en el día a día o semanalmente no tienen una gran repercusión. Sin embargo al final de mes cuentan más de lo que debieran, suman más de lo que deberían y tienen un impacto indeseado en nuestro bolsillo. Son gastos que se pueden evitar y que, cuando hacemos cuentas de nuestro desfase presupuestario, no los apreciamos como el origen de nuestros problemas.

Cambiar algunos de nuestros hábitos diarios de consumo puede hacer que alcancemos nuestros objetivos a finales de mes sin hacer demasiados esfuerzos.

Los gastos hormiga son esas compras del día a día de productos que no están planificados y no parecen ser importantes como el café de las mañanas, una caja de chicles o unas chucherías, una cajetilla de cigarrillo, propinas, comer fuera de casa, desplazamientos innecesarios en taxi, comisiones bancarias evitables, pedir menús a domicilio, algunas compras por impulso, etc.

Los expertos recomiendan identificarlos, elaborar una lista con ellos y cuantificar la cantidad que nos gastamos al mes en cada producto y en el total de gastos hormiga. Y, por supuesto, decidir de qué pequeño capricho podemos prescindir.

Para evitar que nos descuadren el presupuesto lo mejor es destinar una cantidad fija semanal o mensualmente y ceñirse a ella para tener unas cuentas equilibradas. Eso sí, sin agobiarnos si algún día nos damos un pequeño capricho, que no todo va a ser ahorrar día sí y día también.

Trucos para reducirlos

• Presta atención a las falsas ofertas tanto on line como en los comercios físicos, pues solo te harán gastar un dinero que podríamos ahorrar prestando atención o reflexionando si, en realidad, necesitas ese producto.
• Piensa en tu salud como mejor remedio para los gastos hormiga, así evitarás los excesos en comida poco saludable, como los aperitivos, snacks, la bollería o las golosinas.
• Cuando vayas al supermercado piensa bien lo que depositas en el carro e intenta consumir solo lo que ya tenías apuntado en tu lista. Es un buen método para ahorrar en tu cesta de la compra.
• Intenta no consumir de forma compulsiva, piensa bien en qué cosas te hacen falta realmente. No compres por comprar.
• Prepara la comida en casa y llévatela al trabajo en un táper, de esta manera no solo evitarás gastar dinero comiendo fuera si no que además podrás tener bajo control tu alimentación.
• Cuidado con los servicios de pago. Ya es algo habitual la suscripción a plataformas de televisión o música, a juegos on line,etc. Procura ser prudente a la hora de elegir y haz una selección.
• Revisa las comisiones bancarias. Antes de hacer cualquier transacción, asegúrate de que es gratuita y así evitarás, por ejemplo, pagar transferencias que a veces salen muy caras.
• No pagues por servicios que no usas. Suele pasar con gimnasios, clubes deportivos, etc. Antes de inscribirte piensa si realmente te merece la pena.
• Menos coche. Muchos trayectos cortos parecen no suponer un gasto de combustible, pero sí. Por ello intenta hacerlos a pie o en transporte público. Y si el trayecto es largo intenta compartir coche con fórmulas como la de Bla Bla Car o similares.
• Revisa tus tarifas. Las compañías de gas, luz, telefonía, etc. realizan ofertas con grandes descuentos cuando contratas sus servicios pero con el paso de los meses los precios se incrementan. Si buscas y comparas periódicamente nuevas tarifas seguro que puedes ahorrar y reducir gastos.