Las ruedas son uno de los elementos más importantes de nuestro coche. Un correcto mantenimiento y un cambio cuando han sufrido mucho desgaste y su eficacia ha pasado a ser limitada son imprescindibles para que cumplan su función sin merma de seguridad para nuestro vehículo y el resto de los que circulan por las vías públicas.
Disponer de gomas que garanticen la eficacia de frenado y la dirección es vital, pero muchas veces no les prestamos la atención debida y se deterioran, con la consiguiente pérdida de agarre de los neumáticos.
Cada vez más caros
Los neumáticos han sufrido en los últimos tres años un incremento de precio de un 20%, según la Asociación Nacional para la Distribución e Importación de Neumáticos y suelen durar una media 40.000 kilómetros en caso de que tu coche tenga un mantenimiento correcto y están bien alineados y equilibrados.
Los neumáticos están fabricados con caucho debido a su elasticidad, resistencia y la capacidad de repeler el agua y en su composición final intervienen una treintena de elementos en varios procesos. Uno de los más importantes es el vulcanizado, cuando adquiere su forma final, incluido el dibujo de la banda de rodadura y las marcas del fabricante en el flanco.
Pero al final del proceso aparecen unos curiosos pelos o rebarbas que podemos apreciar en los neumáticos nuevos o pocos usados. El caucho, antes de ser introducido en los huecos del molde para fabricar los neumáticos, debe pasar por un proceso de curación y producción. Para que no queden ni aire ni vapores que puedan formar burbujas que puedan afectar a la salud del neumático, se realizan unos agujeros, por los que se escapa algo del caucho inyectado.Y eso es lo que generan los pequeños pelos que puedes encontrar en los neumáticos.
Banda de rodadura
Estos pelillos no afectan a la conducción porque solo cubren la banda de rodadura, la cual se desgasta con el uso, por lo que en cuanto comiences a rodar con los nuevos neumáticos los pelos desaparecerán por el efecto natural del desgaste. Los fabricantes recomiendan no quitarlos, y menos con un instrumento cortante ya que ya que puedes provocar daños en el flanco del neumático. Por eso, cuanto más evites tocarlos, cortarlos o modificarlos, mucho mejor para que cumplan su función.
En el imaginario popular hay muchas leyendas sobre estos pelitos como que disminuyen el ruido al circular por la carretera, que indican el nivel de desgaste, que favorecen un mayor agarre al asfalto o que suponen un mejor coeficiente aerodinámico.
Como es hemos comentado la explicación es más sencilla y derivada de su proceso productivo.
En este vídeo de Michelin podrás apreciar cómo se fabrica un neumático.
Consejos para que tus neumáticos te duren más
Para no degradar en exceso tus neumáticos y conseguir que se mantengan en perfectas condiciones durante más kilómetros, estos son los trucos que debes tener en cuenta.
- Compra con cabeza y elige el neumático adecuado para tu coche y tus necesidades de conducción. Acude a talleres homologados, desconfía de las gomas muy baratas y, sobre todo, destierra los neumáticos usados o recauchutados.
- Revisa la presión al menos cada dos o tres semanas.
- Realiza el paralelo al coche si detectamos que se desvía hacia algún lado para que las cuatro ruedas toquen la carretera con el ángulo adecuado.
- Realiza el equilibrado a los neumáticos cada vez que se cambian o si detectas que el volante vibra a partir de 90 km/h.
- Rota los neumáticos e intercambiarlos entre los ejes traseros y delanteros, en función del tipo de tracción y neumático.
- La conducción equilibrada es clave, ya que si eres un conductor agresivo, con muchos acelerones, frenadas y volantazos, tus neumáticos podrían durarte hasta ocho veces menos.
- Adaptarse a la climatología es importante. Acostúmbrate, si puedes, a usar neumáticos de invierno y de verano.Ya son muchos los talleres en los que te los guardan y por una pequeña cantidad te los intercambian cuando cambie la estación.
- No te olvides de las válvulas y los tapones, ya que son importantes para que no entre suciedad ni se pierda presión.