Para renunciar a una herencia, como 1.007 beneficiarios hicieron la primera mitad de 2021 en Euskadi, es necesario dejar constancia en escritura pública. Y es ahí donde entra el papel del notario, que puede asesorar sobre las implicaciones fiscales que conlleva esta decisión, ya que las consecuencias económicas varían de una comunidad autónoma a otra, según su fiscalidad.
Además, está la figura de la aceptación de una herencia a beneficio de inventario, con la que se evita que el heredero responda con su propio patrimonio de las deudas del testador, informa el Consejo General del Notariado.