No es fácil ser elegido uno de los pueblos más bonitos de España. De los 24 candidatos que solicitaron entrar en esta exclusiva lista durante el año asado, únicamente Puentedey lo ha conseguido.
Los auditores de la organización los recorrieron todos y solo esta villa burgalesa ha superado con éxito los más de 40 aspectos técnicos que la asociación Los Pueblos Más Bonitos de España ha evaluado para darle el visto bueno. El cuidado del patrimonio arquitectónico, la armonía, la limpieza del municipio, el cuidado de las zonas verdes, la atención y respeto a las tradiciones locales son algunos de los aspectos valorados.
A algo menos de 90 kilómetros al norte de Burgos, en plena comarca de Las Merindades, su ubicación en lo primero que llama la atención. Si lo normal es que un pueblo se levante junto a un río, en uno o en las dos orillas, Puentedey lo hace directamente sobre el río Nela. Un puente natural excavado por el propio río en la piedra es la base donde se instalaron sus primeros habitantes. Para ello, tan privilegiada ubicación solo podía ser idea de Dios y de ahí el nombre original: Puente de Dios, Puente Dei.
Casas solariegas y construcciones populares forman un casco urbano revela un pasado histórico medieval que han marcado una personalidad propia que merece la pena conocer. De hecho, los vestigios de sus antiguas murallas quizá revelen que situarse sobre el puente, a quince metros por encima del río, tenía una intención defensiva.
Entre las edificios más destacados se encuentra la iglesia de San Pelayo, un templo románico de una única nave. Su decoración con motivos ajedrezados, rombos y tallos de hojas, así como su sencilla portada decorada con al representación de un hombre que lucha con una espada y un escudo contra lo que parece una serpiente son sus elementos más destacados
El carácter defensivo que pudo tener esta localidad a lo largo del medievos se manifiesta en el palacio de los Brizuela, una fortificación levantada entres los siglos XV y XVI en el punto más alto del puente que da nombre al pueblo. Este palacio fue declarado Bien de Interés Cultural en 1949.
Conscientes del valor cultural y turístico de esta villa del municipio de la Merindad de Valdeporres, sus actuales regidores han hecho un enorme esfuerzo por dotar a Puentedey de infraestructuras para comodidad de los visitantes y nuevos atractivos que lo pongan en valor.
Así, a las zonas de aparcamiento en el exterior del pueblo se ha añadido un espacio para autocaravanas. Además se ha rehabilitado el antiguo horno de pan, el viejo molino, el potro de herrar y se ha creado un pequeño museo de bolos, un deporte tradicional local que forma parte del patrimonio cultural inmaterial de Las Merindades.
Pero la mayor novedad es la construcción del nuevo mirador San Andrés. Esta plataforma está suspendida en el aire y ofrece una panorámica de Puentedey, distinta de la que hasta ahora era la preferida: un contrapicado desde el río a su paso por el puente.
Por otra parte, su entorno, en medio de la Merindades, con los parques naturales de Montes Obarenses-San Zadornil y de Hoces del Alto Ebro y Rudrón, así como el Salto del Nervión, que con sus 300 metros de altura es el necedero de este rí que llega hasta Bilbao, hacen de esta zona un lugar ideal para realizar actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza.
Dónde dormir:
Casa Rural Río Nela. Vivienda de tres habitaciones con salón-comedor, horno de leña y baño completo. Es un antiguo horno de pan de 200 años de antigüedad en pleno centro del casco histórico de Puentedey.
Albergue La Estación de Brizuela.
Ubicado a dos kilómetros de Puentedey, dispone de cuatro habitaciones con capacidad para 20 personas. Algunas de las camas son literas. Estas instalaciones están preparadas también para posibles campamentos. Cuenta con baño compartido, cocina, comedor, sala de estar y bar.
Dónde comer:
Bar La Montañesa. Desde el propio centro de la villa, hace honor a la gastronomía local de la comarca, que destaca por sus verduras, las carnes de potro y cordero (en su versión de lechazo) y los bollos preñaos.