La rueda de prensa ofrecida este sábado por Imanol Alguacil, tras el partido entre Valladolid y Real Sociedad, vivió un momento de tensión cuando un periodista local censuró que al técnico se le hicieran varias preguntas consecutivas en euskera. El informador no interrumpió la comparecencia, pero sí realizó gestos de disconformidad ante los que Imanol detuvo brevemente su discurso. "Lasai, lasai", dijo. "Lasai Jon", agregó a continuación dirigiéndose a Jon Ander Munduate, responsable de prensa txuri-urdin que se encontraba sentado a su lado.
Como suele resultar habitual, la rueda de prensa del oriotarra tras el partido comenzó con el turno de preguntas en euskera. Maitane Urbieta, enviada especial de Euskadi Irratia, realizó entonces cinco preguntas consecutivas, para recoger declaraciones de las que también aprovechan para nutrirse ETB y el resto de medios que se emiten o se publican en vasco. Cuando Imanol estaba comenzando a responder la quinta y última cuestión (Urbieta avisó de que no iba a formular más), el mencionado periodista local abrió los brazos en señal de protesta, lamentándose en voz baja: "Pero esto qué es", dijo sin interrumpir al entrenador.
Segundo turno
El técnico txuri-urdin concluyó su respuesta, con los mencionados "lasai" intercalados, y pasó luego a contestar las preguntas en castellano. Llegado este segundo turno, se realizaron otras tres preguntas, todas formuladas por Txema Oliden (Radio Euskadi). Una vez que Alguacil respondió a la última de ellas, Jon Ander Munduate tomó la palabra para ofrecer la posibilidad de intervenir a los periodistas de Valladolid. "¿Alguna pregunta de los medios locales?". Curiosamente, y pese a las quejas previas, ningún informador aprovechó para lanzar alguna cuestión al preparador realista.
Según ha podido saber NOTICIAS DE GIPUZKOA, el periodista que se había quejado durante la comparecencia se dirigió luego a representantes del club realista para explicar su postura. Al parecer, argumentó que sus lamentos no se debían al idioma de las preguntas, sino al hecho de que una misma informadora pudiera plantear cinco preguntas consecutivas.