El regreso de Gran Hermano a la televisión ha causado gran expectación entre los seguidores del reality. Después de una pausa de siete años, el programa vuelve en su formato original con concursantes anónimos, una fórmula que en su momento catapultó el show a la fama.
Entre los nuevos rostros que se han dado a conocer en esta edición, destaca Elsa, una joven bilbaina que ya ha captado la atención del público por su carácter enérgico.
La vuelta de Gran Hermano siete años después
Tras varios años de ausencia, Gran Hermano vuelve a Telecinco con su versión original, recuperando a los concursantes anónimos que marcaron sus primeras ediciones. Este esperado regreso se produjo el 5 de septiembre a las 22:50 horas, y ha sido recibido con entusiasmo por una audiencia que ansiaba revivir la intensidad de la convivencia en la famosa casa de Guadalix de la Sierra.
El formato se mantendrá fiel a su estructura clásica, con tres galas semanales. Jorge Javier Vázquez, un veterano del programa, conducirá las principales galas de los jueves, que incluirán expulsiones y los momentos clave de la semana. Los martes se emitirá una gala especial para actualizar al público sobre lo que ocurre dentro de la casa, mientras que los domingos el debate será moderado por Ion Aramendi.
La cadena ha apostado fuerte por esta nueva edición, que cuenta con una casa renovada de más de 1.200 metros cuadrados, diseñada para ofrecer nuevas dinámicas de convivencia. Aunque Gran Hermano ha mantenido su fórmula base, la edición de 2024 promete incorporar sorpresas que mantendrán enganchados a los espectadores más exigentes.
Elsa, una concursante bilbaína de 30 años
Entre los 19 nuevos concursantes que han ingresado a la casa de Gran Hermano, destaca Elsa, una joven de 30 años originaria de Bilbao. Elsa trabaja como dependienta en una tienda de ropa durante el día y como encargada del guardarropa en una discoteca durante los fines de semana. Su estilo de vida activo y su pasión por el gimnasio son parte esencial de su personalidad, algo que no ha dudado en compartir con el público.
Elsa se presentó ante los espectadores como una mujer que disfruta cuidando su apariencia, especialmente cuando se trata de sus visitas al gimnasio, donde le gusta ir "mona" con distintos conjuntos. Sin embargo, también ha dejado claro que tiene sus prioridades bien establecidas, afirmando que “no hay que enamorarse porque es muy malo”.
La entrada de Elsa al reality estuvo marcada por un momento divertido y memorable cuando recibió un tartazo en la cara por parte del famoso Payasín, señal de que había sido seleccionada como concursante oficial. Este instante de humor no solo capturó la atención de los espectadores, sino que también sirvió para subrayar la personalidad desenfadada y vivaz de la bilbaina.
Además de su vida personal, Elsa ha hecho referencia el orgullo que siente por su ciudad natal, Bilbao: "Tiene de todo: playa, monte y buena comida", declaró en su entrada a la casa de Guadalix.
La polémica de 2017
La vuelta de Gran Hermano a la televisión no está exenta de sombras del pasado, particularmente el escándalo que sacudió la edición de 2017. Durante la emisión de Gran Hermano Revolution, uno de los concursantes fue acusado de abuso sexual, un hecho que desató una ola de críticas y llevó a un boicot masivo por parte de los anunciantes.
El incidente dejó una marca indeleble en la historia del programa, que se vio obligado a hacer una pausa y a replantear su estrategia para futuras ediciones. La indignación pública y la presión de los medios llevaron a la cadena y a la productora, Zeppelin TV, a adoptar un protocolo más estricto en la gestión de conflictos dentro de la casa, asegurando que habían aprendido las lecciones del pasado.
El regreso de Gran Hermano en 2024 representa, por tanto, no solo una oportunidad de reconectar con el público, sino también un desafío para demostrar que el formato ha evolucionado y que está preparado para ofrecer una experiencia televisiva respetuosa y segura para todos los involucrados.