¿Quieres saber cuáles son los 7 mandamientos para envejecer con salud?

Nuestra sociedad está cada vez más envejecida. Todos los datos que manejamos sitúan a Euskadi entre los países donde la tasa de edad es cada vez más elevada. Sube la edad media de la población pero no la tasa de natalidad. La buena noticia es que cada vez vivimos mejor siendo más mayores debido a los avances en la medicina. Sin embargo no deberíamos fiarlo todo a los fármacos porque en nuestras manos está también tener una vida larga y saludable. 

¿Cómo conseguirlo? El Doctor Vicente Mera que es uno de los mejores médicos del mundo especialista en envejecimiento nos ha dado más de una clave para frenar el paso del tiempo en su libro 'Joven a cualquier edad'. 

"Es necesario planificar y cuando más joven, más fácil, con una rutina compuesta por siete pilares: alimentación, ejercicio, gestión de las emociones, sueño, perfil hormonal, la detoxificación y las digestiones", enumera. 

Cuatro edades

El doctor Mera explica que tenemos cuatro edades. Empezamos por la que todos tenemos en la cabeza, la cronológica. "Estamos diseñados para vivir 120 años pero gran parte de esta capacidad la perdemos por no hacer el mantenimiento adecuado", señala. 

Segunda edad: la que aparentamos. "Es algo artificial. Ir de dentro a afuera. El aspecto físico es muy importante en la autoestima y vida social". 

Tercera edad: qué edad creo que tengo. Lo sabemos cuando nos comparamos con los compañeros que teníamos en clase. Es la edad subjetiva

Cuarta edad: la biológica. Esta tiene que ver mucho con la edad subjetiva que hemos mencionado anteriormente porque es la constatación de eso que nosotros sentimos es verdad. 

¿La genética es importante?

El doctor Mera es muy claro respecto a la genética. Tiene peso, claro, pero no lo es todo porque afirma, "no hay genética buena y genética mala". El mejor ejemplo, los coches. "Puedes tener un Ferrari que te va muy bien por la autopista pero no monte a través. Ahí te viene mejor un Land Rover. "El rally lo gana no tanto el vehículo como la conducción que se hace aunque el vehículo sea importante", añade. 

Siguiendo con la misma metáfora, "el propio piloto puede adaptar el vehículo". Lo que ahora en medicina se denomina epigenética. "Es algo nuevo", explica. "El sistema genético se puede bloquear, por ejemplo, el gen de la obesidad o de los problemas hepáticos. Si nunca bebes alcohol aunque tengas malos genes no vas a tener problemas", señala. 

De ahí que sea tan importante conocer nuestra genética. "Conocer nuestras limitaciones y adaptarnos", resume. 

La importancia de la dieta

La alimentación es un pilar fundamental de esa planificación que nos recomienda el doctor Mera. Eso sí, tenemos que adaptar nuestra dieta al lugar en el que vivimos y a nuestras características. "Tenemos que dividir entre alimentos que nos ayudan y nos dan placer, los que solo nos dan placer y los que solo nos ayudan", describe y se queda con los últimos, los denominados super alimentos. "Por ejemplo, el romero. No es espectacular pero si lo añadimos consigues prevenir el deterioro cognitivo", señala. 

Pero más importante que la calidad es la cantidad. "No es lo mismo una dieta para una persona que está en una obra que para una persona que está en un despacho", matiza. 

Asegura que los japoneses son el mejor ejemplo de alimentación saludable. "En Japón todo el mundo está delgado. Se debe a que comen poco", señala. Es como la economía doméstica. "Uno no puede gastar más dinero del que entra en casa. Los que comen hasta que se llenan son los que llegan justos a fin de mes y cualquier salida o cena les hace tener sobrepeso. Las personas que comen hasta reventar no llegan hasta fin de mes. Tienen que pedir préstamos que son las consultas al médico, tratamientos para el colesterol, la tensión y luego están los japoneses que se quedan con un poco de hambre", explica.

A esto se le llama en japonés Hara Hachi Bu. "Consiste en levantarse de la mesa teniendo un poquito de hambre. Son los ahorros. La gente ahorra por lo que pueda pasar. Por eso comen de todos a muchas horas. Nunca comen mucho", destaca. Así que a la hora de comernos un snak como un vino, patatas fritas o una cerveza, debemos recordar que son super calóricos. "Son un extra y el que va justo no puede pagarlo. Lo paga con obesidad", advierte. 

Ejercicio y sueño

No descubrimos nada nuevo si decimos que el ejercicio físico es bueno para la salud pero si lo ponemos en cifras vemos que es determinante. "Un paseo de media hora al día supone el doble de beneficio que los medicamentos en el caso del colesterol", subraya el doctor Mera. "Debemos mover a la gente", concluye. 

Con el estrés más de lo mismo. En esta vida que llevamos parece imposible parar. "Los orientales nos vuelven a ganar la partida", señala con el tai- chi por ejemplo. "No se te quitan los problemas pero si los efectos del estrés sobre el corazón o el hígado. No es solo calidad de vida sino también ser efectivos, señala. 

En cuanto a la necesidad de dormir es evidente pero nuestro estilo de vida y los horarios sociales son los que son. Por eso considera que debemos buscar el equilibrio. "Deberíamos trabajar 40 horas a la semana, dormir 40 horas y nos quedan aún 88 horas para hacer lo que nos salga del ocho", resume. Eso sí ese mínimo de 40 horas no nos lo podemos saltar, recuerda. Esto nos lleva a dormir más el fin de semana o respetar esa sana costumbre que es la siesta de 20 minutos, no más. 

Un elemento más de la importancia del sueño. La hormona de crecimiento se libera cuando dormimos y es muy importante para los adultos. Lo mismo ocurre con la melatonina que no solo nos ayuda a dormir sino que además es antioxidante.

En resumen, menos cantidad y más calidad. "Lo que propongo es que intentemos que la calidad nos acompañe en nuestras vidas. Uno puede envejecer sano sin enfermar", insiste Vicente Mera.

"En la vida tenemos rotondas y tenemos que decidir qué camino coger. Este camino que yo propongo de envejecer sin enfermar es más largo porque hay disciplina y sacrificios y el otro camino es el de enfermar sin envejecer que es la autopista que coge casi todo el mundo. Hay que decidir", concluye.