Vender un coche de segunda mano puede parecer un proceso sencillo, especialmente si se coloca un cartel de "Se vende" en el parabrisas del vehículo para atraer posibles compradores. Sin embargo, lo que muchos no saben es que esta práctica, aunque común, puede resultar en una sanción considerable en muchos municipios del Estado.
Las autoridades locales han establecido normativas que prohíben este tipo de anuncios en vehículos estacionados en la vía pública, y violar estas normativas puede acarrear multas de hasta 1.000 euros. Este artículo explora las razones detrás de esta prohibición, las posibles sanciones, y ofrece consejos sobre qué tener en cuenta al comprar un coche de segunda mano para evitar sorpresas desagradables.
La multa por anunciar la venta de un coche
A pesar de que cada vez más personas utilizan plataformas digitales para vender sus vehículos, todavía es común ver coches con carteles de "Se vende" en sus ventanillas. Sin embargo, lo que muchos conductores desconocen es que esta práctica está prohibida en la mayoría de los municipios. Las autoridades locales consideran que estos carteles constituyen un uso indebido de la vía pública y pueden contribuir a la contaminación visual del entorno urbano. Además, existe la preocupación de que estos anuncios puedan distraer a otros conductores, aumentando el riesgo de accidentes.
Dependiendo del municipio, las sanciones por violar esta normativa pueden variar, pero en algunos casos pueden llegar hasta los 1.000 euros. Además, no solo se aplica una multa si el coche está estacionado con el cartel visible; si se circula con el cartel en el vehículo, la situación puede ser aún más grave. Circular con un cartel de venta podría reducir la visibilidad del conductor y, además, distraer a otros usuarios de la vía. Por tanto, esta infracción puede resultar en una sanción adicional y, en casos extremos, incluso en la retirada del vehículo.
Conducir con buena visibilidad
En qué debes fijarte al comprar un coche de segunda mano
Si estás en el mercado para comprar un coche de segunda mano, es crucial que tomes ciertas precauciones para asegurarte de que estás haciendo una compra segura y que el vehículo está en buenas condiciones. Aquí te ofrecemos algunos consejos clave para evitar sorpresas desagradables.
1. Revisión del historial del vehículo: Antes de comprar, solicita el historial del coche. Este informe te dará información sobre si el vehículo ha tenido accidentes graves, si ha sido robado, o si tiene alguna carga legal o financiera. También es útil para conocer el número real de propietarios anteriores y si ha pasado todas las inspecciones técnicas (ITV).
2. Estado mecánico del coche: Es fundamental revisar el estado mecánico del coche. Si no tienes conocimientos suficientes, lo mejor es llevar el vehículo a un mecánico de confianza para que realice una inspección completa. Debe revisar el motor, la transmisión, los frenos, la suspensión, y otros componentes clave. Una revisión profesional puede ahorrarte muchos problemas en el futuro.
3. Kilometraje: El kilometraje es un buen indicador del desgaste del coche. Sin embargo, debes estar atento a posibles manipulaciones del cuentakilómetros. Un coche con un kilometraje sorprendentemente bajo para su edad puede ser señal de que el cuentakilómetros ha sido alterado. Compara el kilometraje con el historial de mantenimiento y asegúrate de que todo cuadre.
Kilometraje
4. Documentación: Asegúrate de que toda la documentación del vehículo esté en regla. Esto incluye el permiso de circulación, la ficha técnica, y el seguro. Además, verifica que el número de bastidor coincida con el de los documentos, para asegurarte de que no se trata de un coche robado.
5. Prueba de conducción: Nunca compres un coche sin antes realizar una prueba de conducción. Esto te permitirá evaluar cómo se comporta el vehículo en la carretera, comprobar si hay ruidos extraños o problemas en la conducción, y asegurarte de que te sientes cómodo al volante.
6. Verifica la procedencia: Es importante saber quién es el vendedor. Si compras a un particular, verifica que sea el propietario legal. Si compras a un concesionario, asegúrate de que ofrezca una garantía y que esté registrado legalmente.