Vida y estilo

Quim Gutiérrez y Borja Cobeaga hablan sobre la paternidad en ‘Los aitas’: “Se ha pasado del padre ausente al padre helicóptero”

El actor y director, reflexionan en su proyecto sobre la paternidad y nos invitan a viajar a la década de los 80 en su nueva película, `Los Aitas´
El actor Quim Gutiérrez y el director Borja Cobeaga son parte del equipo de ‘Los aitas’. / David Herranz

Es la primera vez que trabajan juntos, pero han demostrado formar un tándem imparable. Quim Gutiérrez y Borja Cobeaga, inmersos en la promoción de Los aitas y de todos los proyectos que han realizado en los últimos meses, han querido hablarnos sobre esta película, reflexionar sobre la paternidad e invitarnos en un viaje a los años 80.

En Los aitas nos han presentado una road movie bastante diferente a lo que estamos acostumbrados, una versión tierna y entrañable. 

-Quim Gutiérrez: Sí. En cuanto a road movies sí es diferente. Hemos visto grupos de señores haciendo cosas distintas, pero no grupos de señores de esta edad no haciendo de padres, encontrándose con la realidad, con que están muy desconectados de las vidas de sus hijas. Presenta una realidad que yo, como señor nacido en el 81, mi padre era muy distinto, pero hay un entorno como muy reconocible que no nos resulta tan lejano y nos permite entender dónde estamos ahora, qué hemos mejorado y qué cosas todavía son mejorables en cuanto a paternidad. Pero creo que en conjunto lo que ofrece es una comedia comprensible, nostálgica...

Borja Cobeaga: Sí, es una comedia muy sentimental donde hablas de las relaciones entre padres e hijos. Yo creo que era el primer guion que escribía sobre la paternidad después de haber sido padre, pero según avanzaba me di cuenta de que en realidad tenía más que ver con mi padre y yo como hijo. Lógicamente luego tendrá que ver con cómo soy yo como padre, pero es verdad que al ubicarla en el 89 y al tener entonces la edad de las niñas en la peli, esa parte emocional creo que está metida porque es la mía, es muy autobiográfica en ese sentido. 

¿Hasta qué punto sienten que ha cambiado la paternidad en estos años?

-B.C.: Yo creo que a lo mejor la generación de mis padres y mis abuelos, la forma de ser padre de mi abuelo y de mi padre era similar. En cambio, la mía y la de mi padre es muy diferente, porque hay mucha más implicación, se ha pasado del padre ausente al padre helicóptero, el que está presente todo el rato, pero es verdad que queda camino por recorrer. Uno solo tiene que ir a las puertas de los colegios para ver quién recoge a sus hijos, porque la mayoría siguen siendo las madres, o ver los chats de padres... Claro, la película habla de cuando las mujeres se ponían a empezar a trabajar porque los padres se quedaban en el paro, pero ahora lo frecuente es que si una pareja trabaja, la madre sea madre y se parta la jornada para poder dedicarse a los hijos por las tardes. Hay mucho cambio, pero todavía queda mucho por recorrer. 

Además de un retrato de la paternidad, han hecho un retrato de la sociedad de la época. Cambios políticos, sociales, la crisis de la siderurgia... ¿Cómo ha sido retratar esa Euskadi de los 80?

-B.C.: El concepto de la película, de lo que tenía que ir todo, es de cambio. Yo recuerdo que estaba estudiando en Bilbao cuando empezaban a construir el Guggenheim, el punto de referencia para el cambio, empezaban los cierres en las fábricas... Eso provocó en cierto modo el cambio de modelo de paternidad, donde de repente el que tiene que ocuparse más de los críos es el padre de familia que se ha quedado en el paro. Me interesaba que estuviera presente todo el cambio. 

Q.G.: Yo siempre me lo tomo con mucho respeto, porque cuando tengo que representar que pertenezco activamente a una realidad que desconozco me veo todos los documentales y la verdad es que no siempre es fácil. Había entrevistas a antiguos trabajadores y es muy interesante. Me las tragué todas. Y digo respeto porque sí, porque habrá mucha gente que verá los fallos si los cometemos. Eso siempre me genera intentar formarme lo más que pueda para ser lo más respetuoso con la gente que vivió eso y que no sientan que se hace un retrato superficial. Al final siempre te da mucha información de personajes. En mi caso, uno tiene que hacerse a la idea de lo que eran las jornadas en estas fábricas y el tipo de vida que te ofrecía eso. Mi personaje además es el catalán, y teníamos que inventarnos por qué este tipo acaba allí. Hizo el servicio militar, se enamoró... Todos estos detalles de su biografía que no se ven en la película pero de alguna forma hacen que este tipo esté allí es lo que me permitió ahondar en la realidad de ese momento en el País Vasco, lo que eran esas fábricas, Barakaldo..., los pueblos de alrededor de la ría. 

Personal

Si están pensando en un plan para celebrar el día del padre (19 de marzo), siempre pueden aprovechar el fin de semana siguiente, el del 21,22 y 23, para acercarse a las salas de cine. Y es que el viernes 21 es el momento en que se estrena Los aitas, la nueva película de Borja Cobeaga protagonizada por Quim Gutiérrez, Juan Diego Botto, Ramón Barea, Mikel Losada, Laura Weissmahr e Iñaki Ardanaz, junto a actrices como la ganadora de un Oso de Plata Sofía Otero (20.000 especies de abejas). En Los aitas nos abriremos paso por la periferia obrera del Bilbao de finales de los 80, donde un equipo de gimnasia rítmica infantil emprende un viaje a Berlín para participar en un campeonato. Ante la imposibilidad de que las madres puedan acompañar a sus hijas, esta aventura la vivirán junto a sus padres, que parecen estar poco interesados por la gimnasia, por el viaje y a veces también por sus propias hijas.

Algo que perdura en el tiempo son las fechas señaladas. En este caso, han escogido para el estreno una propicia, muy cerca del día del padre. ¿Sienten que es un buen plan para hacer en familia?

-Q.G.: Sí, yo lo tengo muy fácil para defender esta película, porque es una comedia que ofrece un retrato que muchos padres pueden llevar a sus hijos preadolescentes y tienen líneas argumentales que hablan de ambos grupos, de los padres y de los adolescentes o preadolescentes. También hay la parte nostálgica y una parte de relación padres-hijas que creo que no hemos visto mucho. Es una realidad que vista desde dentro es dura, es duro tener un padre que no sabe cuidar de ti, pero da lugar a mucho humor. 

B.C.: La paternidad es el tema central y es un buen plan, como bien dices, que vayas con tu aita a ver la peli. 

La paternidad y la maternidad son un aprendizaje constante. Después de haber hecho este retrato, ¿qué dirían que convierte a un padre en un buen o mal padre, o en un buen o mal modelo a seguir?

-B.C.: Es complicadísimo. En la serie de Berto Romero, Mira lo que has hecho, me acuerdo que hay un diálogo que dice: “Nos preguntamos si somos buenos padres y eso ya es ser buen padre”. El hecho de que te preocupes de si lo estás haciendo bien o mal te pone en el lado bueno de la historia, pero yo creo que es uno de los grandes misterios. Si estás muy encima piensas que puedes ser muy protector. A mí mi hijo me dice mucho que soy demasiado protector con él (risas). Y hay una cosa muy fuerte de esta película. Yo he hecho una película sobre la paternidad, hablamos de estos temas, y por hacerla yo me perdí la función de fin de curso de mi hijo. O sea que fui mal padre haciendo una película sobre lo buen padre que hay que ser. Creo que uno vive en una paradoja continua, y es muy difícil de saber. Yo no dejo de pensar que mi hijo dentro de unos años estará en el psicólogo contándole los traumas que ha tenido conmigo (risas), pero intento convivir con ello. 

Ahora nos quedamos esperando el estreno de Los aitas mientras tienen otras series y proyectos a la vista. Está siendo una temporada intensa, ¿no?

-B.C.: Sí, se acaba de estrenar Su majestad. Con la pandemia paré un poquito y han salido todos los proyectos al mismo tiempo. Su majestad era un proyecto antiguo, más o menos algo antes de la pandemia empecé a escribir ambos proyectos y han salido los dos seguidos. El problema es que esto ha tenido su cosa de padre ausente (risas), pero me lo estoy currando para que mi hijo se queje menos. 

Q.G.: Yo también tengo otra película, también rodada en el País Vasco, Un funeral de locos. 

16/03/2025