Ha llegado el día. Hace 500 años, allá por el 6 de septiembre de 1522, la nao Victoria arribaba al puerto de Sanlúcar de Barrameda, completando así la primera vuelta al mundo, tras tres años surcando los océanos. Una tripulación de dieciocho marineros, con el getariarra Juan Sebastian Elkano al frente, era la superviviente de aquella hazaña que dejó muchas vidas por el camino. Completaban el grupo tres personas procedentes de las islas Molucas.
Para conmemorar y celebrar la consecución de esta gesta que no hizo sino más que volver a confirmar que la tierra es redonda, este martes Getaria se viste de gala y representará el desembarco de Elkano y su tripulación en la costa gaditana hace cinco siglos. Un evento que este pueblo guipuzcoano realiza cada cuatro años, pero que en esta edición cobra un significado especial. Así se lo cuentan a este periódico dos de los participantes; Iñigo Isasti Balenciaga y Josu Eizagirre Urresti, que reencarnan y contraponen la experiencia y las nuevas voces en el espectáculo.
El itinerario de la exhibición de esta tarde contará con tres partes. La primera, el desembarco propiamente dicho, es decir, la llegada de la nao Victoria al puerto; la segunda, la reunión de Elkano y el resto de la tripulación con los representantes de los cinco continentes; y la tercera y última, la finalización del recorrido junto al monumento del ilustre getariarra.
Isasti lleva esta representación prácticamente en la sangre. Su padre participaba en la exhibición y, cuando en 1999 dejo de hacerlo, él ocupó su ocupó su puesto. Además, este 2022 será la segunda vez que este marinero de 53 años encarne al propio Elkano, un papel que su progenitor también hizo durante “muchos años”.
Al igual que Isasti, el resto de personas que forman parte de la tripulación son las mismas “desde hace años ya”, fruto de ese traspaso de papeles que se hacía dentro de las familias, de padres a hijos o de tíos a sobrinos. Debido a ese componente emocional, “siempre hay otro tipo de afinidad con el personaje”, cuenta este getariarra.
Sin embargo, no todas las personas repiten este año, ni siquiera en la tripulación. Y es que, por primera vez, habrá una mujer entre el resto de marineros y también se reflejará a los tres habitantes de las islas Molucas que iban a bordo del Victoria. Así como las nuevas caras entre los representantes de los cinco continentes, gracias a un proceso de participación entre los y las getariarras, abriendo así este espectáculo aún más al pueblo. Es el caso de Eizagirre quien, a sus 27 años, es la primera vez que participa. Se apuntó, escogió representar al continente americano, tuvo suerte y eso le tocó. “Estoy muy a gusto y ya con ganas” de actuar, afirma.
Cualquiera creería que un espectáculo de estas características requiere de mucho ensayo, pero no es así. Si bien este año sí que se han reunido previamente para “coordinarse con la gente”, apunta Eizagirre, habitualmente no hay mucha preparación en torno a la actuación, porque “lo que hay que hacer es fácil”. “Lo que ocurre es que, a fin de cuentas, nosotros llevamos viendo el desembarco desde siempre”, recuerda Isasti; tenerlo grabado en la retina facilita su representación.
Sin embargo, no hay que desestimar la labor que realiza toda la red organizativa que hay detrás de este espectáculo. Un grupo compuesto por 260 personas, tal y como destacó el Ayuntamiento de Getaria la semana pasada, entre actrices, actores, costureras, personal voluntario, cuerpos policiales y profesionales de la Cruz Roja. Eizagirre tiene palabras de agradecimiento para todas las que realizan el “gran trabajo que hay detrás” y que a veces “no se ve”, y menciona especialmente a las 20 mujeres que se han dedicado a coser los trajes de las actrices y los actores. “Tienen un gran mérito”, incide.
El orgullo que tanto Isasti como Eizagirre muestran por participar en la representación de este desembarco tiene un origen diverso. Para el primero, pesa su profesión en la mar y el hecho de que su padre encarnara a Elkano durante “muchos años”; para el segundo, es más por estar “un poco en la salsa”.
Eso sí, ambos comparten el valor que la figura de Juan Sebastian Elkano tiene para Getaria y en que “a toda la gente del pueblo le toca un poco la fibra”, tal y como expresa Isasti. Y, aunque “de cara al panorama mundial no tiene tanto nombre” como otras figuras y “debiera tener más”, él está convencido de su importancia. “Tenemos que estar orgullosos de que fuera de Getaria”, sentencia.