Unai Laso está en racha. ¡Y que siga la fiesta! ¡Que alguien detenga a ese chico! El navarro alcanzó este domingo en el frontón Municipal de Elgeta su quinta final consecutiva en la Liga de Empresas –Cuatro y Medio de San Fermín y Cuatro y Medio de 2021 y Parejas, Manomanista y Cuatro y Medio de San Fermín de 2022–. Cinco. Una detrás de otra. Se cuenta fácil: los dedos de una mano. Pruebe. Doce meses después de regresar a la órbita de Baiko Pilota, la vida ha cambiado. Es otro. Es un gigante. Es una figura. Incómodo, con tres faltas de saque en el bolsillo, dos de ellas en los primeros cinco tantos, sufriendo, sin encontrar las medidas del frontón... Da igual. En un escenario a contrapelo, con distancias en contra, sin dar con la tecla... Da igual. Viento de cara, mandíbula tensa... Da igual. El resultado: 22-15. Todo a colorado.
En ese instante, el guipuzcoano se desatascó con un dos paredes, un saque-remate y tres saques consecutivos. Añadió a la colección una volea al ancho y un sotamano por la pared. Yendo 7-11, una sombra, una guadaña, su segunda falta de saque.
"Me ha costado coger la medida al frontón"
El abrazo en el mitad de tajo llegó con dos errores más de Peña. A partir del 11-13, un respiro para el guipuzcoano, Laso asumió que tenía que imponer su ritmo. Dicho y hecho. Ahogó a Jon Ander. Tacada de siete tantos. Directo al segundo descanso largo. 18-13. Con el agua al cuello, a tumba abierta, el tolosarra siguió en su dinámica errática. Unai solamente le dio oxígeno con un error claro y su tercera falta. Peña II le dejó con vida y lo pagó.