Cinco radares pedagógicos concienciarán a los conductores de la velocidad máxima permitida en el núcleo urbano de Burlada con el objetivo de pacificar la circulación. El Consistorio ha comenzado este jueves a instalar estos equipos “y con previsión de ampliar en los próximos meses en tramos considerados conflictivos tanto en el casco urbano como en el barrio de Erripagaña de Burlada”, explica el edil responsable del área de Movilidad y Seguridad Vial, Carlos Oto (Navarra Suma). Estos nuevos radares educativos, que no sancionarán, están dirigidos a “mentalizar a los conductores de la importancia de levantar el pie del acelerador y respetar los límites de velocidad vigentes”, añade Oto (Navarra Suma). Para su puesta en marcha se han invertido 8.627 euros.
Los cinco dispositivos indican la velocidad a la que circula cada vehículo; en caso de que esta sea inferior a la máxima permitida el número se muestra en color verde, y en rojo si se rebasa. Los radares también analizarán la cantidad de vehículos en estos tramos y de sus velocidades, datos que servirán para las próximas campañas de control de velocidad que se realizan en Burlada con radares móviles aleatorios, en este caso que sí sancionan, para sus posibles ubicaciones.
La medida se enmarca en de la estrategia adoptada por del Ayuntamiento para caminar hacia una movilidad “más segura y sostenible”. Los radares tienen un carácter pedagógico y a diferencia del que rota en diversas vías de la localidad, no ponen multas. “Con estos radares queremos inculcar unos hábitos y comportamientos adecuados dentro de las carreteras urbanas para que Burlada sea más segura para todas y todos”, concluye Oto.