EL fútbol, caprichoso y repleto de singularidades, pondrá frente a frente esta noche en San Mamés a dos futbolistas que ejercieron como grandes aliados el pasado verano en los Juegos Olímpicos de Tokio. Fue en tan señalado y seguido evento, después de una dura, pero a la vez enriquecedora experiencia para Unai Simón en una Eurocopa en la que el combinado de Luis Enrique cayó ante Italia en semifinales, donde el guardameta rojiblanco compartió retos y sueños con Rafa Mir (Cartagena, 18-V-1997), quien asomará como principal referencia ofensiva del Sevilla en La Catedral.
Ambos, desde las posiciones más alejadas entre sí en un terreno de juego, unieron fuerzas para guiar a la selección estatal olímpica hasta la gran final, en la que Brasil se hizo con el oro al imponerse 2-1. Lo lamentó bajo los palos Simón, así como en su intento por perforar las redes brasileñas un Rafa Mir que actuó como revulsivo en un torneo en el que su relación con el gol resultó clave para que España alcanzara las semifinales.
En el cruce de cuartos de final contra Costa de Marfil, sin ir más lejos, firmó un asombroso hat-trick con el que, de paso, salvó a Simón de una nueva ración de críticas a nivel estatal. El cancerbero del Athletic, no en vano, falló en el gol con el que los africanos pusieron el 2-1 a su favor en el marcador en el minuto 91. Sin apenas tiempo para la reacción y con los de Luis de la Fuente a punto de hacer las maletas de vuelta a casa firmando así otro descalabro olímpico, emergió la figura de Mir, quien igualó la contienda en el 93 y sumó otras dos dianas en los minutos 117 y 121 de la prórroga para redondear una abultada, pero agónica victoria por 5-2. Respiró aliviado desde la portería Simón, quien se reencuentra esta noche con un delantero al que tendrá esta vez como rival al figurar como punta de lanza del Sevilla.
Con el marroquí Youssef En-Nesyri fuera de combate, el exjugador del Valencia, Wolverhampton Wanderers, Las Palmas, Nottingham Forest y Huesca apunta a recuperar su lugar en el once inicial hispalense después de partir desde el banquillo el miércoles en la Champions League. La apuesta por Munir el Haddadi no dio los frutos deseados a Julen Lopetegui, quien volverá a dar la alternativa frente al Athletic a un corpulento ariete que se destapó la pasada temporada con trece goles en el Huesca. No pudo evitar el cartagenero el descenso del cuadro oscense a LaLiga SmartBank, pero su explosión goleadora no pasó desapercibida para el Sevilla, que se adelantó a equipos como el Valencia o el Atlético y desembolsó 15 millones de euros para hacerse con sus servicios una vez concluidos los Juegos Olímpicos.
Autor de seis goles en los veintiún partidos disputados hasta la fecha con el cuadro andaluz, el de hoy será el tercer enfrentamiento de Mir con el Athletic, rival ante el que suma una victoria y una derrota sin haber conseguido marcar todavía. En ninguno de los dos choques logró batir a Simón un delantero que pasa de aliado a amenaza para el murgiarra.
en corto
"Estoy como un chaval"
La perspectiva de Raúl García. A sus 35 años y con dieciocho cursos a sus espaldas jugando al máximo nivel, Raúl García asegura en el número 38 de la revista del 'Club del Deportista' que se siente "como un chaval, porque mantengo la misma ilusión que cuando empecé". "Sigo yendo a entrenar de la misma manera de siempre y sigo disfrutando", agrega en la entrevista el rojiblanco, quien tira de perspectiva y reconoce que respecto a sus inicios "el fútbol de ahora es mucho más táctico, se trabaja mucho más a nivel defensivo y está todo mucho más igualado". En cuanto al Athletic, subraya que "somos un equipo que está muy bien trabajado y que tiene las ideas muy claras sobre lo que queremos hacer en el campo". "No hablaría de obligación de meternos en Europa, pero sí de ser regulares", determina el navarro, que "si pienso en el futuro me veo viendo un partido con mi familia antes que en dirigirlo, pero nunca se sabe".
El corpulento ariete hispalense, en blanco ante el Athletic, suma seis goles en sus 21 partidos con el Sevilla, que pagó 15 millones por él