Rahm deja el nombre de Bizkaia bien alto

Jon Rahm (Barrika, 1994) lleva un inicio de año de escándalo. A primeros de enero ganó en Hawai el Sentry Tournament of Champions, la primera cita del circuito PGA, tras una remontada histórica de siete golpes. La mejor de su carrera. Y a finales del mismo mes, el golfista de Barrika hizo lo mismo en el American Express que se disputa en California. Esta vez siendo dominador desde el comienzo y demostrando una regularidad envidiable. Fue su noveno título PGA, igualando al gran Seve Ballesteros, el culpable de su profesión: “Ya he dicho muchas veces que si juego al golf es por Seve. No por la admiración que siento, porque mi aita se enganchó a este deporte tras la Ryder de 1997 en la que Seve era el capitán”. Ahora, en este 2023, Rahm está siendo el rival a batir porque su racha se prolonga más allá de las uvas. De hecho, el vizcaino es el golfista más en forma del panorama internacional tras ganar cuatro de los últimos siete campeonatos que ha disputado, teniendo que retroceder hasta octubre del año pasado para dar con el comienzo de esta buena dinámica. Por todo ello, el vizcaino merecidamente se lleva el premio DEIA al Mejor Deportista de 2022.

Y eso que el de Barrika no comenzó el pasado año con buen pie. Era número uno en el ranking de la PGA, en la que lleva ya siete temporadas consecutivas ganando al menos un título; pero a las puertas del Masters de Augusta, el primer grande de la temporada, perdió su liderato en favor del estadounidense Scottie Scheffler. Entonces, a Rahm dejaron de salirle las cosas como quería, su tarjeta empeoró y terminó sin opciones reales en tres de los cuatro Majors. Tuvo una tregua en mayo, cuando ganó el Abierto de México, su primer título del año, y recuperó las buenas sensaciones después unas semanas complicadas. “Sabía que mi golf estaba mejorando, y que estaba viendo resultados y esta semana lo he demostrado. Ha sido un fin de semana bastante estresante”, dijo ya con el trofeo en la mano. A partir de ahí, el golf de Rahm fue hacia arriba, pero no fue hasta finales de 2022 cuando terminó por explotar.

De esta forma, en octubre se llevó su tercer Open de España, donde realmente no tuvo ningún rival a la altura. Seis golpes de ventaja y el récord histórico en el torneo (259 total y -25 bajo par) así lo atestiguaron. “No hay semana más divertida que esta, aún no me creo la vuelta que he hecho”, admitió Rahm ya como campeón. El golfista vizcaino se dio un baño de masas en el Club de Campo Villa de Madrid, pero es que un mes después, en noviembre, también levantó pasiones en Emiratos Árabes. Allí, el barrikarra se hizo con el Campeonato Mundial de Dubái, el torneo final del circuito europeo, con una tarjeta de -20 y a dos golpes de sus contrincantes más cercanos a pesar de sus problemas con el driver. “Espero que este triunfo sirva para que la gente reconozca que he tenido un buen año”, fueron sus primeras palabras tras esta victoria. Porque Rahm tiene buen año incluso cuando parece que no. Incluso cuando parece que nada le sale, el barrikarra vuelve al barro para revolverse y resurgir.

Por ello, el de DEIA no ha sido el único reconocimiento que ha recibido Rahm puesto que el golfista es ya todo un Bizkaitar Argia después de recibir de manos de Unai Rementeria, Diputado General de Bizkaia, el premio que le acredita como ilustre. En definitiva, en 2023 empieza el despegue de Rahm, en una temporada en la que se ha marcado en rojo los cuatro grandes. Es el terreno de la reconquista después de ganar el US Open en 2021 y quedar fuera de los diez primeros en cada estación del Grand Slam en 2022.