El jugador vasco Jon Rahm aseguró este miércoles que llega "con un entusiasmo infantil" al campo de golf de Valderrama, en San Roque (Cádiz), y explicó que "si hay un sitio para conseguir el primer triunfo" y romper la mala racha de este 2024, "es éste".
Rahm, que incidió en que ha jugado "lo suficientemente bien" durante todo el año para ganar algún torneo, apuntó que uno de sus sueños era "volver aquí -en referencia a Valderrama- y jugar en una competición de este nivel", por lo que destacó que una victoria en el LIV Andalucía sería "muy especial" por "seguir a todos los grandes campeones que han ganado" y por sumar su primer triunfo en 2024.
"Si hay una semana para ganar, es esta. Estoy en casa, frente al público local, con mucha familia y amigos...", señaló un Rahm, en una rueda de prensa donde sostuvo que Valderrama, por historia y por el campo en sí," y afirmó que creció "soñando" jugar en él a pesar de que en dos de sus tres anteriores visitas falló el corte, aunque en este formato de competición (LIV) ese 'corte' no existe.
"Tengo confianza en mí mismo"
Rahm se pone de nota "entre un seis y un siete" a este 2024, en el que no se puede poner "más nota" porque todavía no ha ganado un torneo. En su opinión, le está pasando "lo contrario que el año pasado", en el que empezó muy bien, pero cuya segunda parte de temporada empezó a bajar el nivel.
No obstante, el jugador se muestra contento por su nivel en esta primera mitad: "Tengo confianza en mí mismo, mentalmente siempre va a haber ciertos retos, porque ha habido cambios en mi vida, y estoy muy cómodo donde estoy y con ganas de competir".
"Hay un día, un 'swing', algo que lo cambia todo y empiezas una buena racha", aseveró Rahm, que comentó que Valderrama es un gran campo porque "muy raramente ves un torneo en el que si juegas uno sobre par, puedes estar en el top diez, y eso aquí ocurre".
Sin embargo, subrayó que el viento cambia en muchas ocasiones los días, pasando de uno bueno o uno malo, en especial del hoyo doce al quince: "Provoca una gran diferencia por la dirección del viento", reivindicó Rahm sobre un campo que es "un reto para todos", aunque dijo que las dos veces en las que no pasó el corte fue en octubre, cuando llegó "muy cansado" y le costó "sobreponerse a la dificultad de Valderrama", aunque pueda parecer "una excusa barata".
Asimismo, dijo que "la parte mental es tan importante o más que el resto del juego" y señaló que "nunca se va a hablar un deportista que tuviera mala fortaleza" mental, porque "los buenos están bien asentados" en ese sentido.
Seve, Valderrama y Rahm, una relación muy especial
Para Rahm, Valderrama es "muy especial" también por lo que significó para él a la hora de empezar a jugar al golf. Señaló que dos de los amigos de sus padres estaban en la zona en la Ryder Cup del 1997: "Nunca habían jugado, se acercaron y eso es por lo que los amigos de mi padre empezaron a jugar y él empezó a jugar por ellos, tras ver a Seve".
"Luego, mi padre me enseñó el golf", expresó un Rahm que dijo que aunque el cántabro Seve Ballesteros ya no esté, "su legado continúa" por "cosas" como esa, por el recuerdo que tiene de él cada vez que visita el campo.
Pese a todo ello, dijo que si le dieran a elegir entre ganar el LIV Andalucía, el Abierto Británico de la próxima semana o los JJOO, se quedaría "con la jarra de clarete" -el Abierto Británico- por lo que supondría convertirse en el segundo español en lograr alzar el trofeo, sólo por detrás de Seve.