El Baskonia cosechó ante el vigente campeón de la Euroliga una de las victorias más completas y serias del presente curso. A pesar de la exuberante calidad individual de Larkin y Micic, los pupilos de Spahija acabaron frenando la creatividad ofensiva de los otomanos gracias a la solidez defensiva de la segunda mitad. Una mejora que, además, no se podría entender sin la irrupción de Raieste.
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Raieste, la sorpresa final
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