“La constitución en el Congreso de tres comisiones de investigación tienen el objetivo de ver si sacan alguna cosa. Ya les digo que lo tienen muy crudo, para después ir a los tribunales. Es la clave de lo que está pasando “. Así se pronunció ayer Mariano Rajoy en unas jornadas jurídicas en Boadilla del Monte sobre Las consecuencias legales de la ley de amnistía, días después de que una investigación periodística de La Vanguardia y Eldiario.es ratificara lo que lleva años siendo un secreto a voces, que el Gobierno español que él dirigía se apoyó en la cúpula policial, judicial y en medios afines para desarrollar una guerra sucia contra el independentismo durante al menos cinco años. Quien fuera líder del PP se presentó además como una víctima de los pactos entre PSOE y Junts.
En su intervención, Rajoy manifestó que la amnistía pretende “garantizar la impunidad de los que violaron la Constitución y las leyes y atentaron contra la democracia”, así como “condenar a los que defendimos la Constitución, la ley y la democracia, los jueces, fiscales, cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado y al Gobierno de España que paró el golpe con la aplicación del artículo 155”. El expresidente español tildó la medida “de enmienda a la totalidad a nuestra Constitución” reprochando que se quiere “convertir a los golpistas en honorables ciudadanos cumplidores de la ley” y reprobó “las piruetas verdaderamente notables” que se han visto los últimos meses. Un discurso en consonancia con el de la actual cúpula de Génova, 13. De hecho, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, señaló que los indicios probatorios de la participación de Rajoy en la Operación Catalunya no eran más que “una cortina de humo”. Asimismo, Rajoy recomendó “no confiar en soluciones mágicas” y, en una frase que recordó al “quien pueda hacer que haga” de su predecesor José María Aznar, emplazó a los políticos “que estén de acuerdo en que esto es un disparate que ellos hagan su trabajo y el Poder Judicial, el suyo”.
En el acto participó el exministro Corcuera, que se dio de baja del PSOE después de que Sánchez recuperara la secretaria general en 2017, tirando de contundencia para rechazar la amnistía: “Hace falta ser gilipollas para creer que no van a volverlo a hacer”. El exportavoz de C’s, Edmundo Bal, apuntó contra Sánchez: “Si nos dice que no habrá referéndum, porque no cabe en la Constitución española, solo nos cabe pensar que lo habrá”. -