A raíz de la polémica entre el Ayuntamiento de Vitoria y el Deportivo Alavés sobre quién debe pagar el arreglo de las goteras de Mendizorroza tan molestas para los aficionados, el diputado general ha salido esta mañana al paso para dar un nuevo giro de tuerca a una de las viejas aspiraciones de Josean Querejeta desde que es accionista mayoritario del club.
Ramiro González ha asegurado que el Alavés, actualmente con posibilidades de ascender a Primera División, necesita una instalación acorde a esta categoría.
"Ahora no hay un proyecto sobre la mesa pero quién sabe... Un proyecto razonable contará con el apoyo de la Diputación. Si es necesaria una inversión importante para abordar el mantenimiento del campo, quizás sea tiempo de afrontar un proyecto de futuro que pueda durar décadas para que pueda jugar un equipo de Primera", recalcó el diputado foral.
En este sentido, la institución foral recordó que su organismo siempre ha querido aprobar el proyecto de ampliación de Mendizorroza que el Alavés puso sobre la mesa en el pasado y se paralizó en su día por culpa de la pandemia.
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"Es necesario que el Alavés tenga una infraestructura al nivel de cualquier equipo de Primera ahora que vuelve a tener oportunidades de ascender", precisó González, que también aclaró que tras la emergencia sanitaria no hay ningún proyecto sobre la mesa para que el club del Paseo de Cervantes disponga de una instalación con un mayor aforo.
Un proyecto en el cajón
La remodelación de Mendizorroza que el club presentó en su momento contemplaba aumentar su aforo hasta los 27.000 espectadores y poner fin además a los graves problemas estructurales motivados por la longevidad del estadio, construido en 1924, aunque con reformas posteriores.
El presupuesto se estimó en 55 millones de euros, con una financiación repartida en 33 millones que aportaría el club albiazul, 8 el Ayuntamiento, 7 el Gobierno Vasco y otros 7 la Diputación Foral de Álava.