Ramiro González: "Es imprescindible que se acelere la llegada del TAV"

Es sin duda la infraestructura más importante para el futuro de Euskadi y es la que más quebraderos de cabeza nos está dando por los continuos retrasos para su puesta en marcha. El TAV no avanza al ritmo que quisieran las instituciones vascas que acusan al Gobierno español de incumplir reiteradamente los compromisos firmados. Se ha llegado incluso a hablar de aplazar la llegada soterrada a Vitoria y a Bilbao. Ramiro González no opina sobre la llegada de Raquel Sánchez al Ministerio de Transportes pero espera que cumpla con lo pactado. "Vamos a ver qué ocurre porque nunca se sabe si estos cambios son para bien o para mal", señala. Una vez aprobada la declaración de impacto ambiental del tramo Burgos - Vitoria que califica como buena noticia, pide que haya más avances. "Realmente no veo por qué si ha avanzado la declaración de impacto ambiental no lo hace al mismo ritmo la entrada soterrada a Vitoria-Gasteiz y el nudo de Arkaute. Hay unos compromisos que hay que cumplir, que no se han cumplido durante demasiados años y es absolutamente imprescindible que se acelere todo lo posible la llegada de la alta velocidad", reclama. 

Otra infraestructura importante para el futuro es Foronda. Está bien dice, que se haya ampliado la terminal pero no es suficiente. "Hace falta una apuesta decidida del Gobierno español y Aena por Foronda", subraya. "Se necesita una zona franca, ampliar la plataforma de estacionamiento de aviones, el VIAP y todo esto va a necesitar más personal", señala.

No pierde la esperanza de que el Ayuntamiento de Vitoria permita la ampliación del parque tecnológico de Miñano. "El equipo de gobierno necesita un sólo voto y la oposición lo ha bloqueado pero en los últimos dos, tres meses hemos visto cómo se tomaba conciencia de esa necesidad. Espero que en fechas próximas se pueda dar ese paso y el Ayuntamiento permita esa ampliación que es muy importante para el territorio y para crear empleo", afirma. 

Sobre la situación de Aiaraldea tras la sentencia sobre Tubacex, no esconde su preocupación. "Es el peor escenario para Tubacex, el de confrontación entre el comité y la empresa en una situación de crisis. No hay sentencia firme todavía y se pueden sentar a hablar y dialogar. Quiero esperar que esa reunión pueda servir para retomar el diálogo. Lo que necesita la empresa es un escenario de certidumbre. Es una empresa muy importante para Aiala", reconoce.