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Cultura

Ramón Andrés reivindica a Josquin Desprez para el gran público

El escritor navarro combina reflexión filosófica, libro de viajes y dietario en ‘La bóveda y las voces’
Ramón Andrés, en Elizondo.
Ramón Andrés, en Elizondo.

El filósofo y escritor Ramón Andrés, Premio Nacional de Ensayo 2021, reivindica “para el gran público” la figura poco conocida del compositor renacentista francoflamenco Josquin Desprez en su último ensayo, La bóveda y las voces, que combina la reflexión filosófica, el libro de viajes y el dietario.

“Josquin Desprez siempre me ha gustado mucho, era el Johann Sebastian Bach de la época, un músico importantísimo, príncipe de la polifonía, que permitió una evolución extraordinaria de la música”, señala Andrés para justificar la elección del personaje, después de que en anteriores libros abordara otros músicos posteriores, como Mozart, Monteverdi o el propio Bach. Su intención con este texto es “acercar al público a un músico que solo se ha abordado desde la musicología y una buena fórmula era convivir con él”.

Escribir sobre Desprez era un reto para Ramón Andrés porque, “a pesar de la fama que cosechó en vida, fue muy discreto, incluso enigmático, y ni siquiera se sabe cuándo ni dónde nació”, y la idea del autor era “acompañarlo en el tiempo, haciendo un vaivén entre el pasado y el presente, rompiendo la concepción del tiempo”. Los últimos años los pasa como maestro de capilla y está quince años, “y apenas sabemos nada de lo que pasó en ese tiempo”, lo que evidencia lo “discretísima” que tuvo que ser su vida.

Como Piero della Francesca

En esa aproximación, Andrés transita los lugares donde vivió, desde el inicio de su formación musical en San Quintín, en Francia, como niño de coro, hasta la colegiata de Condé-sur-l’Escaut, donde acabó sus días como preboste, pasando por las cortes de Milán, Roma, Florencia y Ferrara, adonde el compositor se trasladó buscando una mayor estabilidad económica. El recorrido nos acerca además, añade el autor, a la sociedad renacentista con personajes que Desprez trató, como Leonardo da Vinci, Lucrecia Borgia o grandes poetas como Bietro Bembo, compositores musicales como Gaffurio o pintores como Pinturicchio.

En el formato de dietario de La bóveda y las voces (Acantilado), Ramón Andrés mezcla su día a día en un pueblo del Pirineo navarro con las andanzas de Desprez. En un paralelismo con el arte, Andrés apunta que Desprez sería tan importante como Piero della Francesca, un pintor que no es tan conocido como Rembrandt o Velázquez, y “su gran contribución es la construcción, la evolución del sentido de la armonía, hace la música más fluida, hace que la identifiquemos más fácilmente y se detecta mejor la melodía”.

Hubo un editor en Venecia que se enamoró de sus obras y publicó casi todo lo que ha llegado a nuestros días de Josquin Desprez, quien supo después que sus partituras circulaban por toda Europa. A pesar de que tiene canciones de amor fantásticas, la mayor parte de sus 200 obras conocidas son de tipo religioso, lo que el autor considera “lógico porque era la Iglesia la que le pagaba para componer motetes y misas”.

Andrés escribió este volumen en la pandemia para hablar de las epidemias de la época de Desprez: “La covid no se puede comparar con la peste, que mermó la mitad de la población europea, y lo que viene a demostrar es que estamos sujetos a los avatares de la vida, no somos inmortales, somos muy vulnerables”.

Andrés ha comenzado ya dos nuevos ensayos, “uno sobre el mundo contemporáneo como homenaje al modo de escribir de Montaigne, para hablar de política o cuestiones sociales; y el otro sobre música, arte y pintura a partir del análisis de ochenta cuadros en los que aparece un músico afinando el instrumento”.

2022-12-14T07:23:05+01:00
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