Es espontáneo. Es oír el nombre Ramontxu y a todos se nos viene al recuerdo alguna melodía. Unos tararean el ‘Qué Apostamos’, otros cantan eso de “el programa del abuelo y del niño” y otros muchos escuchan el barullo de la Puerta del Sol de cada 31 de diciembre. Ya lo dice el proverbio: “La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir”. Público de todas las generaciones recuerdan lo que les hizo sentir Ramón García.
Es la magia de la TV, que, quizás hoy “menos espectacular”, aviva la llama de la felicidad y estimula el buen rollo y la diversión. “Haciendo televisión traté de hacer feliz a la gente”, comenta un Ramontxu entregado a la charla, sincero y feliz de repasar la trayectoria profesional vivida. Imanol Arruti y Asier Navarro -“Sois de los niños que crecieron conmigo”- preguntan todo lo que siempre quisieron saber sobre la trastienda de los grandes programas de la tele, además de las vivencias del comunicador.
‘EN COMPAÑÍA’
Ramón García(Bilbao, 59) conduce cada semana 1000 km en coche entre su casa y Castilla-La Mancha para trabajar en su programa vespertino diario en la cadena autonómica. Dice presentar el programa más especial de su trayectoria: “Me satisface absolutamente, es un remate jamás soñado para mi carrera”.
‘En Compañía’ viajó de Canal Sur(El canal autonómico andaluz) a CMM TV(Castilla-La Mancha Media) -de la mano de Juan y Medio, quien propuso a Ramontxu para encabezar el proyecto- para acabar con una pandemia precedente a la del coronavirus y desconocida, la de la soledad: “Desconocía el problema, no sabes lo que es la soledad hasta que no la vives”, comenta Ramón.
Cada tarde en directo el presentador y el equipo que sacan adelante el programa escuchan las historias de mayores que acuden al plató en busca de compañía: “Lo que hacemos es poner en contacto a personas que están solas”, comenta sobre este particular 'First Dates'.
Gracias a este programa, en el que lleva 5 años, Ramontxu tiene un premio Iris de la Academia de la Televisión al mejor presentador de cadenas autonómicas. “La Academia, de la que soy socio-fundador, nunca me había dado un premio, es curioso: en las etapas importantes, haciendo tantas cosas a nivel nacional, no me cayó ningún premio. Desde una televisión pequeña se pueden hacer grandes cosas”, se sincera.
ETAPA EN EiTB
Dicho esto, Ramón rememora aquellos inicios en EiTB donde, tras años al frente de programas de radio, dudó de aceptar presentar un programa de tele para, finalmente, compaginar las ondas con las cámaras en ‘Tal Para Cual’. “Yo tenía una posición privilegiada en EiTB, estaba encantado, todo me iba fenomenal. Pero en la vida no hay que acomodarse, hay que arriesgarse. Siempre que tengas una oportunidad, puedes pegarte el golpe, pero si no lo intentas siempre te quedará la duda: ¿Por qué no di ese paso? Conozco gente que decidió no arriesgar y están arrepentidos toda la vida”.
Y así, dio otro salto y se fue a Madrid, a TVE, al ‘No te rías que es peor’: “Lo jugué todo. Cuando la gente me dice que he tenido suerte en la vida, les digo: “No sabéis el trabajo que me da la suerte que he tenido, detrás de todo esto hay un enorme sacrificio y esfuerzo personal”. El sacrificio me ha merecido la pena”, comenta el bilbaíno.
LA CAPA DE RAMONTXU
Ha presentado las campanadas 17 veces en 30 años. Con Ana Obregón, Raffaella Carrà o Anne Igartiburu, entre otras, ha acaparado los mayores datos de audiencia en la noche que más espectadores sintonizan la tele. Llevamos unos años sin tomarnos las uvas al calor de su capa, pero Ramón García asegura que “Esta década haré algunas campanadas”.
Cuenta la anécdota de la primera vez que le propusieron hacer las campanadas tras el pelotazo con Ana Obregón por ‘Qué Apostamos’: “Las rechacé”. Alucinante. Sus primeras fueron las de 1995, para dar la bienvenida al 96, y cogió el testigo de su amigo Joaquín Prat, que falleció ese mismo año.
LA TELE DE AYER Y DE HOY
Entra en juego el papel que cumple hoy la televisión. Envuelta la conversación en la melancolía por recordar aquellos grandes platós de los estudios de antaño de TVE, Ramontxu reflexiona: “Han cambiado los formatos y ha cambiado la forma de ver la tele”.
La tele antes generaba emociones de otro tipo, las familias se reunían para verla, y durante más de una década, los veranos en la tele tenían el sello de Ramontxu, y “eso ha quedado en la memoria histórica de los jóvenes”. “Hoy hay menos entretenimiento. Todos los grandes programas de entretenimiento(El Grand Prix, Qué Apostamos, Todo en Familia) los hice yo, y estoy muy orgulloso de ello”. El problema hoy es que esos programas eran muy caros, ahora se buscan programas más baratos. “Es curioso, ahora que hay más avances técnicos, hemos retrocedido en espectáculo”
Ramón García también fue, además de presentador, director del Grand Prix del Verano. “Dirigir El Grand Prix es horroroso. Nunca lo volvería a hacer, es mucho trabajo compaginar el diseño de un programa y luego salir a presentarlo”, comenta. Nuevamente, alucinante.
EL AMOR DEL PÚBLICO
A punto de cumplir los 60, García hace balance de su trayectoria: “Todavía no he perdido la ilusión. Cada día que vengo a hacer el programa vengo feliz, me encanta mi trabajo porque me sigo poniendo nervioso”.
Ahora trabaja mano a mano con aquellos jóvenes que crecieron soñando con él, los jóvenes de CMM TV “me aportan vitalidad”. Con ‘En Compañía’ dice estar viviendo su época más maravillosa. “No es maravillosa por el trabajo ni por el sueldo, mi carrera ya está hecha. Es la mejor porque ahora estoy recibiendo el cariño acumulado durante tantos años”.