“Me encuentro bastante bien. Quería venir desde hace muchos años y voy a volver”, afirmaba este jueves Randy Harms tras su encontronazo con Forajido, un toro de 580 kilos de la ganadería de Victoriano del Río. Este corredor de 58 años, natural de Willemstad (Isla de Curazao), territorio autónomo de los Países Bajos, ha sido el segundo herido por asta de las fiestas de San Fermín de este año. Concretamente, ha sufrido una cornada en el escroto de carácter leve y ha recibido el alta a las pocas horas. Pasadas las 11.00 horas, esperaba en el servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Navarra (HUN) a que su hijo acercase el coche para ir a recuperarse al hotel. Los facultativos, además de descanso, le han recetado antibiótico durante diez días.
“El médico dice que he tenido suerte. Si me coge aquí –señala la zona de la arteria femoral–, quedo muerto”, ha señalado tras observar las imágenes de la cogida publicadas en la web de DIARIO DE NOTICIAS.
Randy, que “llevaba 20 años queriendo venir a correr” a Pamplona aunque ha admitido que no se había preparado para correr, ha explicado que cuando participaba en la carrera a la altura de Telefónica, otro mozo que iba detrás le ha pisado y ha perdido la zapatilla izquierda. En ese momento, se ha dirigido hacia el centro del recorrido y ha perdido el equilibrio, quedando a merced del primer toro de la manada: Forajido. Entonces, “han venido las ambulancias. La gente que me ha atendido es muy amable y este sitio –por el Hospital– es tremendísimo. La gente también, muy buena”, agradecía tras la asistencia sanitaria recibida, mientras confesaba que le dolía la zona escrotal pero, sobre todo, la espalda. No obstante, el morlaco le propinó una buena voltereta.
"Estoy bien, siempre quería hacer esto"
Randy siempre había visto los encierros por televisión. Desde Curazao, viajó a Holanda, donde vive su hijo, y de ahí, los dos vinieron a Pamplona. Su hijo también ha participado en la carrera de los Victoriano del Río. “Ha visto que el toro me coge, pero no puede hacer nada porque hay gente corriendo”, ha destacado el herido, que a pesar de lo sucedido dice encontrarse “bien, porque siempre quería hacer esto”.
Mientras esperaba a su hijo, Randy se lamentaba de que había perdido la zapatilla nueva, que se había comprado justo la semana pasada. De las fiestas, ha dicho que son “tremendísimas” y lo que más le ha gustado ha sido “la corrida de toros y la noche”.
“He tenido suerte”, ha reconocido mientras contemplaba las imágenes de la cogida. Al hacerlo, decía es “tremendo, terrible, peligroso...”. No obstante, por la diferencia horaria, todavía no le había comunicado a su mujer, que está en Curazao, su percance. Este viernes tenía previsto ir a Bilbao, donde prevé pasar dos días de vacaciones con su hijo, y posteriormente viajarán de nuevo a Amsterdam. Dentro de dos semanas, regresará a su casa, en esta isla del Mar Caribe. “Volveré pronto”, ha concluido.
Secuencia de la cogida de 'Forajido' a un neerlandés de 58 años