Fin del culebrón. El Rayo Vallecano, rival del Athletic el sábado en San Mamés, anunció ayer el ansiado fichaje de Raúl de Tomás (Madrid, 17-X-1994), quien regresa a Vallecas tres años después tras concretar su marcha del Espanyol previo desembolso por parte del club madrileño de ocho millones de euros fijos más tres en variables. Hasta 2027 firma el delantero internacional, cuya salida del conjunto periquito no consiguieron cerrar ambos equipos el último día del mercado veraniego por cuestión de minutos. No haberlo hecho entonces y sí ahora obligará a De Tomás a esperar hasta la apertura del mercado invernal para poder vestirse de corto con el Rayo, por lo que no estará presente en La Catedral para medirse al Athletic.
Su salida del Espanyol no ha podido ser más turbulenta. Acusado de falta de profesionalidad en algunos medios de comunicación y sin minutos durante la pretemporada ni en el inicio del curso al trabajar al margen del grupo durante todo el verano, el madrileño ha puesto fin a su etapa como periquito de la peor manera posible. Con un duro comunicado en redes sociales quiso dar ayer su versión de los hechos De Tomás, quien apuntó directamente a los que han realizado una “gestión directiva desafortunada” para, subrayó, expulsarle del equipo.
Sin especificar quiénes, el ariete quiso hacer saber en su comunicado que determinadas personas han usado su “silencio” para “engrandecer sus intereses personalistas de una manera ruin y cobarde”. En este sentido, definió esta actuación como una “cortina de humo”. De Tomás, no en vano, se mostró muy molesto con la actitud de algunos responsables, de nuevo sin nombrar, de la dirección del Espanyol: “Tendrán que responder de sus actos sin parapetarse detrás de mí. Lo mismo que deberán ser ellos los que expliquen el porqué del empeño por expulsarme de un equipo que consideraba mi casa”.
Nota del Espanyol
El club catalán, mientras tanto, publicó antes del lanzamiento del comunicado del futbolista un escueto texto para anunciar su marcha en el que no agradeció su etapa en el club. Posteriormente, el Espanyol lanzó un mensaje en el que podía leerse, junto al escudo: “Por encima de todo y de todos”.