Después de dos años de pandemia poco a poco vamos conociendo mejor cómo funciona el coronavirus y también que lo mejor para estar informados correctamente es hablar con los expertos. En los últimos días una palabra ocupa las portadas y los titulares respecto a la covid: kraken. Pero ante los mensajes alarmistas, la mayoría de los expertos opta por la calma y la tranquilidad, principalmente porque enero de 2023 no tiene nada que ver con marzo de 2020.
En esta línea el virólogo y profesor de Microbiología de la Universidad de Valladolid, Raúl Ortiz de Lejarazu ha empezado por criticar las denominaciones poco científicas de estas variantes que en el caso de la cepa ómicron alcanzan el centenar.
¿De 'kraken' a 'gladiator'?
De hecho, no entiende que se le de una denominación tan grandilocuente a lo que no deja de ser una de las muchas variantes que circulan de ómicron.
"En mayo del año pasado había más de 100 variantes. Han salido algunas con características especiales y algunos medios y también algún colega habló de 'kraken' pero es una soplapollez", afirma. "Vamos a tener que poner a la siguiente cepa gladiator", ironiza.
Más allá de la denominación, recuerda Ortiz de Lejarazu que esta cepa se detectó en EEUU en octubre y que "forma parte de la evolución normal del virus". Recuerda por ejemplo los mensajes de alarma por la llegada de las vacaciones de Navidad y la realidad es que no ha habido ninguna explosión de casos. "Las vacunas y la circulación del propio virus es lo que lo domestica", subraya.
El virólogo ha querido dejar claro que el covid ha llegado para quedarse y reconoce que a los científicos les ha sorprendido mucho su poder de mutación pero la situación actual nada tiene que ver a la de 2020.
"El covid no es un ferrari. Tiene la mitad de velocidad de mutación que la gripe y la cuarta parte que el VIH pero claro, es la primera vez que ha aparecido en humanos. No teníamos esa experiencia. En el caso de la gripe cuando apareció la cepa H1N1 había un alto porcentaje de personas mayores con anticuerpos, con el covid no", explica.
"En 1918 pasó lo mismo. El único país libre entonces de gripe dos años fue Australia. Cuando regresaron las tropas tuvieron una onda horrorosa. Como está pasando ahora en China", añade.
El virus sigue mutando y adaptándose al huésped y esto no es malo. Por eso, señala, "aunque haya más gente infectada no habrá más gente grave. No estamos ni vamos a estar ni como hace un año ni como hace dos", asevera.
¿Tendremos aquí una explosión de casos?
Algunos expertos consideran que la ola de contagios que está viviendo China se va a trasladar a Europa de forma importante, una "onda brutal". No está de acuerdo Ortiz de Lejarazu. "En absoluto", asevera tajante.
Señala que "los países donde ha subido el número de contagios por el virus tienen menos índice de vacunación que España". Es más, da la vuelta al argumento y señala que la oleada que vemos en China podría ser el "reducto final que le quedaba el virus por infectar". Y añade, "sería el final de la pandemia".
En este sentido recuerda lo ocurrido con la gripe española en 1918 que se extendió por todo el mundo menos en Australia que pudo mantenerse al margen pero donde llegó dos años después. "La política de covid cero es muy buena como plan A cuando se tiene plan B. Está bien en islas como Nueva Zelanda o Australia pero la política cero no se puede continuar en el tiempo. No puedes tener un país cerrado con mil millones de habitantes como China", afirma. "El resto de mundo se infectaba y vacunaba y ellos estaban en una especie de isla artificial pero ya era imposible de mantener social y económicamente", añade.
El problema lo va a tener China
Aunque suban los contagios en Europa nuestra protección es mucho mayor gracias a la inmunidad natural que a muchas personas les proporcionó ómicron con la infección pero sobre todo gracias a la vacunación con porcentajes por encima del 90% en lo que a las dos dosis se refiere.
En China además de la política covid cero cuentan con vacunas diferentes a las nuestras. Por lo tanto, señala Lejarazu, con la apertura de puertas, los chinos estarán en contacto con el virus y volverán, probablemente con nuevas cepas a China. "Los chinos cuando vuelvan a casa van a llevar más de lo que traen", aseguran.
Uso de la mascarilla
La OMS ha recomendado el uso de mascarilla en el transporte y en los interiores en los países europeos ante la ola de contagios de China y su apertura de puertas. Para el virólogo no debería ser obligatorio.
"En estos momentos hay muchos países donde no te piden en el avión. Cuando entro en una aerolínea española y me tengo que poner la yihad y luego en el resto no, pues es un absurdo. En las discotecas no, en el autobús sí. Yo no estoy en contra de las mascarillas sino de que sean obligatorias", matiza.
No tiene dudas, sin embargo, en la importancia de seguir con la vacunación, con las actuales y con las nuevas que están por salir. "Todavía hay personas que no se han puesto ninguna vacuna. Para los mayores la tercera es fundamental y la cuarta puede ser muy útil en residencias o para los ingresados de larga duración. Para toda la población general, no", afirma.