Fue un viernes extraño el de este 20 de enero, alejado de como resultan habitualmente las previas. Con Donostia y Azpeitia celebrando San Sebastián, casi media Gipuzkoa estaba de fiesta. Resonaban aún los ecos de la victoria copera contra el Mallorca. También los de la lesión de Mikel Merino, conocida el jueves. Y el realzale vivía igualmente pendiente de Las Rozas, donde a mediodía se sorteaban los cuartos de final del torneo del K.O. No hubo suerte y tocará disputar la eliminatoria a domicilio contra el Barcelona. Pero antes procede concentrarse en la Liga y en el encuentro que la Real Sociedad disputa hoy en Madrid contra el Rayo Vallecano (14.00 horas). Ubicada como está en la tercera plaza, la escuadra txuri-urdin pretende mantenerse entre los cuatro primeros hasta el final del campeonato, y tal objetivo exige una fiabilidad a prueba de bombas. El equipo de Imanol quiere aislarse de festejos, bombos y enfermerías para dar continuidad a su racha en Vallecas.
Ocho bajas
Las circunstancias en las que la Real visita el barrio madrileño resultan inmejorables en cuanto a trayectoria reciente, no así en lo que se refiere al estado de su enfermería. Se pierden por lesión el partido contra el Rayo hasta seis futbolistas: Álex Sola, Andoni Gorosabel, Mikel Merino, Ander Guevara, Momo Cho, Sadiq Umar y Jon Pacheco (este baja de última hora). Además, Martín Zubimendi se encuentra sancionado por acumulación de amonestaciones, lo que deja a la medular sin dos de los cuatro integrantes habituales del famoso rombo. Y por si esto fuera, la mencionada ausencia de Guevara elimina para Imanol a uno de los posibles relevos en la sala de máquinas. El lateral derecho, sin los dos ocupantes naturales de la demarcación, también sufre, pero la solución que implica escorar a Aritz se ha revelado como un recurso de plenas garantías.
¿Regreso al 4-3-3?
A la hora de vaticinar una posible alineación realista en Vallecas, procede analizar primero el sistema que utilizaría Imanol. Las ausencias en la zona ancha invitan a pensar en un regreso al dibujo 4-3-3. Y así lo hacen también los precedentes, comenzando por el del derbi contra Osasuna el pasado 31 de diciembre: faltaba Merino, entonces por sanción, y el técnico apostó por un tridente ofensivo. El partido a domicilio contra el Rayo del pasado 1 de mayo (en la Liga 2021-22) lleva igualmente a pronosticar la citada estructura, pues entonces el entrenador realista corrigió durante el descanso para poder defender al rival con dos futbolistas por banda, lateral y extremo.
Oyarzabal o Navarro
A partir de ahí, y tomando siempre el 4-3-3 como punto de partida, las cartas respecto a los futbolistas elegidos estarían bastante marcadas, gracias a la pista de la alineación contra el Mallorca el pasado martes. Aritz, Zubeldia y Rico regresan a la línea de zagueros. Illarramendi y Silva, también descansados, ingresan en la medular. Parece complicado que Imanol renuncie a Sorloth como faro, en un campo y ante un rival que por momentos invitan a recurrir al juego en largo. Y la gran incógnita reside en el acompañante arriba del noruego y de Take Kubo. Se disputan la plaza Mikel Oyarzabal y Robert Navarro, con argumentos para sostener que el técnico puede dar descanso a cualquiera de ambos: el eibartarra viene de completar 90 minutos, y el catalán sintió molestias en el sóleo contra el Mallorca.
Un Rayo reconocible
Pocos secretos enfrente de la Real. El rival es el Rayo Vallecano de Andoni Iraola, un equipo que en dos años y medio a los mandos del técnico usurbildarra se ha forjado una personalidad muy definida. Esta se basa en los ritmos altos, en un juego combinativo más vertical que horizontal, y en una presión elevada y asfixiante que exige hacer muy bien las cosas para sacar el balón jugado desde atrás. Los de Imanol lo consiguieron de inicio en el mencionado partido de mayo (1-1). Después se vieron superados tras el descanso, incurriendo en errores que procedería evitar esta tarde. Poca broma ante un rival que es noveno con 26 puntos y que solo pierde por lesión a Raúl de Tomás y Óscar Valentín.