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Rayo Vallecano - Real Sociedad | Unai Mendia: "Es dificilísimo tapar dentro a la Real, y no me refiero solo a los del rombo"

Locuaz y conversador pese al ajustado contexto de la entrevista, entre reuniones y entrenamientos, Mendia repasa el momento de dos clubes que conoce muy bien
Unai Mendia, la pasada temporada en el Camp Nou tras la victoria conquistada por el Rayo Vallecano (0-1).

Beasaindarra. 41 años. Segundo entrenador de Andoni Iraola en Mirandés y Rayo. Hasta que, este pasado verano, abandonó Madrid para iniciar una nueva etapa profesional. Unai Mendia atiende la llamada de NOTICIAS DE GIPUZKOA en La Paz, su nueva casa desde que en diciembre aceptara formar parte del staff del donostiarra Beñat San José en el Bolívar boliviano. Pocas voces más autorizadas que la suya para analizar la visita de la Real a Vallecas, este sábado a las 14.00 horas.

Desde la distancia, pero sigue a ambos equipos, ¿verdad?

Sí, claro. No tengo todo el tiempo que tenía antes, pero te diría que tanto a la Real como al Rayo les he visto la temporada entera, quitando algún partido de Copa contra rivales de categoría inferior. Al fin y al cabo, hablamos de mis dos equipos de referencia. Trabajé en Vallecas durante los dos últimos años y mantengo el contacto con Andoni Iraola, con Óscar Trejo, con Isi… A la Real, mientras, la he seguido desde pequeño. Poco a poco, los futbolistas del Bolívar ya van conociendo a los dos conjuntos.

¿Y eso?

Me suelen ver con la tablet o el ordenador durante los viajes, en los ratos muertos. Y se interesan y preguntan. Varios se engancharon al derbi el sábado pasado, y quedaron prendados por el ambiente. Me preguntaban si de verdad yo era de ahí, si había estando en ese campo como visitante. Se reían cuando les respondía que sí. Lo ven todo como muy lejano.

Pasemos revista a ambas escuadras. ¿Cómo ve a la Real y su evolución?

Hace tres años, cuando nos enfrentamos a ella en las semifinales de Copa con el Mirandés, ya estaba a un nivel muy alto, con los conceptos muy claros. Recuerdo que venía de ganar al Real Madrid en el Bernabéu, en los cuartos de final, y que aquel partido lo analicé yo. Fue un espectáculo ver las salidas de balón tan bien trabajadas desde Remiro. Dos semanas después, antes de venir a Anoeta para las semifinales, les puse el vídeo a los futbolistas y el mensaje que lancé fue muy claro: Si no presionamos bien, nos van a hacer papilla.

Aunque la Real ganara 2-1, ustedes presionaron bien. No les hicieron papilla.

Es que la presión era uno de nuestros fuertes. Andoni Iraola trabaja mucho todas las facetas del juego, pero esta especialmente. El partido terminó con ese resultado que citas, pero pienso que le complicamos mucho las cosas al rival y que el planteamiento surtió efecto. Después, en la vuelta, ya no pudimos apretar tanto arriba…

Porque la Real varió.

Isak se encontraba en un gran momento de forma, pero una hora antes del encuentro vimos que jugaba Willian José. Ahí ya intuimos por dónde podían ir los tiros. Seguro que Imanol y su staff habían analizado bien nuestras eliminatorias previas en Anduva: Celta, Sevilla y Villarreal vinieron a combinar desde atrás, y nuestra presión les hizo mucho daño. Así que la Real se la saltó con un juego más directo hacia jugadores fuertes en los duelos como Mikel Merino o el propio Willian. Acertaron claramente con ese planteamiento.

¿Fue un cambio de guion que muestra lo que es Imanol como entrenador?

Durante estos últimos años ha quedado claro que, lejos de estancarse y de morir con una idea, él ha sabido dotar al equipo de nuevos matices, de nuevos automatismos. Y encima ha encontrado soluciones en contextos problemáticos. La pasada temporada, con Oyarzabal y Barrenetxea lesionados, y con Januzaj y Portu perdiendo algo de peso, apareció como respuesta ese 4-4-2 con rombo que ha ofrecido unas prestaciones altísimas. El equipo, en definitiva, cuenta con capacidad para adaptarse a todas las situaciones y compite como nunca y en todas partes. Ha perdido todo el miedo que pudiera tener antes.

El Rayo-Real (1-1) del pasado mayo fue uno de los primeros partidos en que Imanol utilizó ese rombo al que alude. ¿Cómo se prepara uno para contrarrestarlo?

Ya se está viendo que resulta muy difícil emparejarte con todos los futbolistas interiores de la Real. Si quieres hacerlo, tienes que modificar cosas, porque de lo contrario es imposible. Y ya no me refiero únicamente a controlar a los cuatro del rombo, ¿eh?

¿A qué se refiere entonces?

Pues a que ni a Remiro ni a ninguno de los defensas les quema el balón. A que arriba Kubo, por ejemplo, es un futbolista súper dinámico que se mueve por todo el frente de ataque. A que Sorloth, con su apariencia de gigantón, es capaz tanto de venir a recibir en apoyo como de romper al espacio o de repetir esfuerzos en la presión. Y a que esos jugadores del centro del campo resultan también muy móviles: Silva baja para iniciar a la altura de Zubimendi, y Merino y Brais pueden pedirla dentro o pegados a la banda. Ya me dirás cómo controlas todo esto. A Imanol le han dado tiempo para trabajar y ha ido poco a poco amoldando un equipo cuyos futbolistas le siguen a muerte.

¿Qué partido podemos esperar este sábado en Vallecas?

Pues imagino a una Real tratando de proponer desde el balón y a un Rayo presionando muy arriba. Sería algo muy similar a lo de ese partido de mayo del que hablábamos ahora. Recuerdo que sufrimos mucho en la primera parte, porque no logramos contrarrestar bien sus salidas desde atrás. Pero durante el descanso nos ajustamos y conseguimos hacer el gol del empate.

¿Qué le está pareciendo el Rayo de la presente temporada?

Me está recordando bastante al de la pasada. Viene haciendo una gran primera vuelta, cuando el curso anterior llegamos a Navidad en la cuarta plaza. Y ahora le veo en la misma línea. A ver si consigue mantener en mayor medida el ritmo de puntuación, porque, estando yo, nos costó mucho ganar durante la segunda parte de la campaña. No creo que se diera un bajón en cuanto al juego, pero los resultados no terminaron de acompañar a partir de Año Nuevo. Ojalá no se repita aquello.

Me habla de continuidad en cuanto a sensaciones. Y también hay continuidad en cuanto a bloque.

Te diría que la plantilla es muy muy parecida no ya a la de la pasada temporada, sino a la del ascenso a Primera. Coges la alineación más habitual de Andoni y en ella solo hay dos jugadores llegados este verano, Camello en la delantera y Lejeune en el centro de la defensa. Los demás son los mismos.

Isi, Álvaro, Trejo, el lateral izquierdo Fran García... Hay mucha calidad reconocida en el equipo. Y sin embargo se habla poco del doble pivote que forman Óscar Valentín y Santi Comesaña.

Buf (suspira). Con Óscar me tocas la fibra. Y ya si le conocieras como persona... Es un tío súper trabajador, súper humilde y súper inteligente. No tiene una gran envergadura, pero sabe explotar su cuerpo. Además, pone todo de su parte para entender lo que se le pide. Su mérito consiste en haber conseguido convertirse en el mejor futbolista posible, dentro de sus capacidades. Y respecto a Santi solo voy a comentar que ha tenido épocas con nivel de selección española. Es un box to box total. Mide 1,90, gana duelos, puede llegar al área rival y no tiene problemas para incrustarse entre centrales y ayudar en la salida. Su importancia para el Rayo es similar a la que en la Real posee Mikel Merino. Una pena la lesión de este.

¿Cómo puede encajar Andoni Iraola a Raúl de Tomás en un equipo que ya funciona? El punta llega con la etiqueta de díscolo...

A ver, yo en lo personal a Raúl no le conozco de nada. Pero sí recuerdo que, cuando el Espanyol vino a Vallecas el año pasado, estuvo dentro de nuestro vestuario repartiendo abrazos y saludando a todo el mundo. Ya jugó en el Rayo, conoce la casa y no creo que vaya a tener problemas de encaje ni de adaptación. A partir de ahí, Andoni decidirá. Arriba Camello le está dando mucho al equipo. Parece que Falcao juega menos ahora. Y De Tomás... No voy a descubrir nada nuevo. Para el Rayo es un fichajazo.

Por lo que comenta sobre RDT y lo que cuentan sobre el club y su gente, Vallecas le marca a uno.

Si sacas este tema se me pone la piel de gallina. Yo vivía en pleno barrio, en el Ensanche de Vallecas frente a la ciudad deportiva, y hacía toda mi vida en la zona: trabajar los entrenamientos, salir a correr por la tardes, ir a los bares a comer o incluso buscarme una cuadrilla para jugar partidos de fútbol siete todos los jueves. Allí nadie es del Real Madrid ni del Atlético. La gente es del Rayo porque lo siente como algo muy suyo, y esto es algo que se percibe luego en el estadio. Lo que he vivido yo en ese campo no lo he experimentado ni en el Camp Nou ni en el Bernabéu. Dejé el club porque quería iniciar una nueva etapa, pero ojalá se me presente la oportunidad de volver en un futuro. Respondiendo a tu pregunta, sí. Vallecas le marca a cualquiera.

21/01/2023