El único centro de culto en Vitoria-Gasteiz que nunca cierra lo tuvo que hacer debido a la llegada de la pandemia como tantas otras dependencias religiosas y civiles. Tras más de dos años sin el habitual trasiego de personas durante las veinticuatro horas al día, este próximo viernes 25 de marzo la Capilla de la Eucaristía, ubicada en la Plaza General Loma, junto a la iglesia de San Antonio, vuelve a abrir sus puertas a la ciudad.
Este céntrico espacio, también conocido como la Capilla de la Adoración Perpetua, se abrió en marzo de 2011 siendo bendecido por el anterior Obispo de Vitoria, Miguel Asurmendi. Desde su fundación, de manera ininterrumpida, ha sido un lugar donde fieles de Vitoria acudían de día o de noche para rezar en silencio ante el Señor expuesto en el sagrario.
Sus promotores buscaban con esta capilla que la ciudad contase con un espacio donde todos los días del año de manera permanente se orase junto al Señor. Para ello se organizaron por grupos de personas para que, divididos por turnos, hubiese presencia durante todas las horas del día y de la noche.
Esta iniciativa, impulsada por laicos de la ciudad, seguía el ejemplo de otros lugares cercanos como Bilbao, Burgos o Pamplona que ya contaban con estas capillas. Buscó el apoyo tanto del Obispado de Vitoria como de las religiosas clarisas del Convento de San Antonio para establecer en este lugar un centro de estas características.
El Papa Francisco las ha impulsado porque en ellas "aprendemos a estar con Dios, a dialogar con Él y a sentir su presencia". En la actualidad hay más de 3.000 capillas en todo el mundo, medio centenar en España y una en cada diócesis vasca. Así, tras estos meses de pandemia sin poder acudir, los organizadores han considerado que ya se reúnen las condiciones para su reapertura y este próximo viernes comenzará a dar su servicio como lugar de referencia para la oración personal y el silencio en cualquier momento del día y la noche
De cara a esta reapertura, también invitan a todas las personas de cualquier edad y condición que quieran donar su tiempo a este fin, a sumarse a los diferentes turnos por horas llamando al 659 14 01 53 o dejando un nombre y un número de teléfono en el buzón de esta capilla situada junto a la iglesia de San Antonio, por la misma entrada de la confitería de las monjas clarisas.