Donostia – ¿Sabe cuál es la 'Generación perdida' en la Real?
–La verdad es que no.
Todos los aficionados que no supieron lo que era un partido copero durante 25 años...
–Era otra época. En mi caso, yo llegué el segundo año en Primera después de años difíciles y era el momento de dar más importancia a la Liga, mantenernos en Primera, que el club ingresara más pasta... La Copa siempre nos hace ilusión, pero está claro que en aquellos años era segundo plato, no le dábamos mucha importancia. Hoy en día ya sí. Todos los años puede ser un objetivo porque somos capaces de ganarla; de hecho, la hemos ganado y tenemos equipo y plantilla para ello. Ahora hemos demostrado que podemos competir en tres competiciones.
¡25 años sin eliminar a un Primera!
–Yo eso casi ni lo sabía. Pero hasta hace dos años no hemos hecho nada en Copa; incluidas bastantes cagadas. Me acuerdo de la del Mallorca, que aquí ganamos 2-0 y allí perdimos 6-1; contra el Lleida, que allí ganamos 0-1, aquí nos pusimos 2-0 y perdimos 2-3; ante el Córdoba allí perdimos 2-0 y nos cayó una buena bronca... Fueron muchas cagadas. Todo eso pasó en otra época en la que el club no estaba en tan buenas condiciones y de ahora en adelante la Copa tiene que ser un objetivo.
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Se libró de Mallorca por una lesión.
–Menos mal. Fue un bajón, porque no es lo mismo perder 3-0 que 6-1. Es difícil darle la vuelta a eso. Todavía quedaba mucha temporada, el objetivo era mantenernos en Primera, lo conseguimos y a raíz de ahí el club ha ido dando pasitos año a año y ahora estamos ahí, entre los mejores de la Liga.
Luego ya sus siguientes partidos de Copa con la Real fueron a su regreso. Todo cambió con Imanol...
–No sé si ese año estábamos en Europa o no, igual no, pero queríamos competir la Copa. Hicimos un buen torneo, pero contra el Betis empatamos allí a cero y aquí a dos y valiendo los goles de fuera más se nos fue la eliminatoria. Estábamos dando pasitos y fue el principio de todo esto.
El año del título arranca de titular, pero se lesiona en la jornada 3.
–Fue una putada. La temporada anterior acabé recuperado de la lesión del abductor aunque no del todo porque tenía molestias, pero luego es verdad que fue una putada lesionarme en la jornada 3 en Bilbao y se me juntaron las dos lesiones, empecé a entrenar, me molestaba, llegó el covid... Al final no pude disfrutar del torneo ni nada.
¿Cuando pensaron 'con este equipo podemos ganar'?
–Imanol siempre ha dicho que confía mucho en este equipo y nosotros también sentimos eso, que lo hace, que tenemos mucha proyección, cosas que mejorar. Se veía que contábamos con buenos jugadores, mentalidad de trabajo y a lo largo del año, mejoramos día a día. Nos lo creímos y nos lo creemos. Y estamos ahí. Los tres últimos años han sido increíbles y la clave del éxito es la mentalidad que tenemos de mejorar y creérnoslo.
Su presencia en el vestuario y su apoyo fue muy valorada por sus compañeros.
–Es difícil. Fue la época del covid y los lesionados teníamos distintas horas de trabajo para no coincidir mucha gente en el vestuario. Muchas veces no podíamos bajar y era difícil estar cerca del grupo siendo el capitán. Pero cuando he tenido la opción de apoyarles siempre lo he hecho.
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El 3-4 del Bernabéu fue el espaldarazo definitivo.
–Fue un partido difícil. Estuvimos viendo el sorteo en el comedor de Zubieta y cuando nos tocó el Madrid hubo cierto silencio, sí, porque siempre te da respeto jugar contra ellos y más allí, en su estadio, a un partido. Si fuese la vuelta en Anoeta, igual habríamos tenido más opciones. Ganar allí era difícil, pero luego fuimos y dijimos: No hay nada que perder. Y el equipo jugó muy bien y pasamos. Y pensamos: Esta es la nuestra. Muchos de los grandes habían quedado eliminados y era nuestra opción.
Dos horas después Iñaki Williams eliminó al Barcelona. ¿Qué pensaron?
–Ya nos daba igual. Al final con lo nuestro estábamos felices. Quedaban Athletic, Mirandés y Granada y decíamos: Tenemos nuestras opciones y lucharemos por ellas. Es esta, oportunidades tan buenas no vamos a tener.
¿Iba en el autobús en el recibimiento de la ida ante el Mirandés?
–Cuando nos tocó el Madrid pensamos: No hay presión, ellos son mejores, no hay nada que perder. Y contra el Mirandés fue lo contrario. Éramos los favoritos, teníamos que meterles 3-4 en casa... La gente se pensaba que iba a ser fácil, jiji jaja, y no fue así. Y nos pasó factura por cómo estaba la gente, celebrando antes de jugar... Tampoco fue la mejor opción. La gente lo hizo con su buena voluntad de ayudar al equipo, pero nos pasó factura.
La celebración del pase sí que fue copera, en un campo modesto como es Anduva.
–Queríamos estar en esa final, ganarla. Justo fue en la época de la temporada en que el equipo cayó un poco, no consiguió muchos resultados buenos, pero confiábamos en nosotros. A pesar de que iba a ser un partido difícil, porque el Mirandés había eliminado a Sevilla, Villarreal y alguno más, confiamos en nosotros, todo salió bien. Y la pena es que son estadios bonitos, pequeños, que juntas a gente cercana, pero tampoco pudo viajar mucha gente. Pero se consiguió lo que queríamos y ya está.
Usted prefería claramente al Granada en la final.
–Porque al final el Athletic a un partido compite muy bien, es un hueso duro de roer y los partidos contra ellos son igualados, de poco fútbol y en teoría creía que quizás teníamos más opciones. Pero viendo cómo se dio, mejor que nos tocara el Athletic.
33 años después llegan a la final y aparece el maldito covid.
–Una putada porque llevábamos muchos años esperando ese momento, justo contra el Athletic, iba a ser una fiesta de todo el pueblo vasco y no pudo viajar nadie. Nosotros, en todo momento, quisimos que se celebrara la final con ellos. Era una fiesta del fútbol de aquí y al final no se pudo celebrar con ellos; y la pena es que después de ganarla, tampoco. Por esa parte fue triste porque cuando la ganas tienes ese subidón y ganas de celebrar con tu gente, tu familia, tus amigos... Allí sí que lo celebramos, pero al llegar aquí fue un día más y eso es lo más frustrante.
Comenzó una larga 'Guerra Fría' en la que su rival tenía más peso, más influencia y más poder.
–No es lo mismo jugar contra el Granada que un derbi, en el que siempre se juega mucho. En toda la historia no sé si se va a repetir, pero es difícil. Sabíamos lo que significaba para las dos aficiones el ganar y el perder. Lo llevábamos bien. Yo estuve hablando con ellos porque con el covid hubo más fechas y en todo momento estuvimos defendiendo que lo que queríamos era disfrutar con nuestras aficiones.
Se aislaron en un búnker.
–Sabíamos la fecha y lo teníamos en mente, no se nos iba. Antes teníamos partidos de Liga, de Europa, pero esa fecha estaba marcada en el calendario y el equipo quería llegar bien, competir bien, llegar frescos y ganar.
"Oyarzabal es un gran tipo y no solo por dejarme recoger la Copa; siempre hemos tenido muy buena relación
y ojalá que vuelva pronto"
"Aperribay me dijo: 'cuando vayas a levantar el trofeo, te pones debajo de mí, para salir yo también en la foto';
él también se lo merecía"