La Real Sociedad regresó al trabajo en el z7 de Zubieta en una sesión que se celebró a puerta abierta para los aficionados que quisieran ver de cerca a sus jugadores. Como es lógico, una vez comenzadas las clases, no fueron demasiados los seguidores que se acercaron hasta las instalaciones blanquiazules (unas 25 personas), algo que vuelve a poner en entredicho el hecho de que apenas se ejerciten con público entre semana, sobre todo cuando todavía falta tiempo para la disputa de un encuentro.
La buena noticia del día la volvió a protagonizar Carlos Fernández, que poco a poco está entrando en la dinámica del grupo y que se confía y se espera en que en breve recibirá el alta deportiva para poder reaparecer más de un año después de su rotura de ligamento cruzado. Al sevillano se le vio aún más delgado de lo que suele ser habitual y un poco falto de ritmo en los ejercicios de posesión, pero fue de menos a más y dio un clínic de como definir centros fuertes desde la izquierda con su zurda. Lo cierto es que se retiró un poco antes que los que finalizaron la sesión, pero lo hizo por una simple cuestión de precaución y además, al ser preguntado mientras abandonaba el campo, hizo un claro gesto de aprobación, por lo que no sufrió ninguna complicación. Es más, cuando atendió a los pocos aficionados presentes que se acercaron para solicitarle autógrafos y para fotografiarse con ellos les comentó que se encontraba muy bien y con muchas ganas de regresar cuanto antes a las convocatorias. En breve Imanol vuelve a contar con tres delanteros para los encuentros: Sorloth, Carlos y Karrikaburu.
Los que siguieron sin aparecer son Robin Le Normand, al que todavía le queda para superar su lesión ósea; Mikel Oyarzabal, que en privado ya corre y toca balón y que ya cuenta los días que le pongan fecha a su reincorporación al grupo; y Ander Barrenetxea, que continúa parado a la espera de que remitan las molestias derivadas de su operación por su lesión en el muslo y de pasar revisión con el doctor que le operó. Como es lógico, Momo Cho, que llegó la víspera, tampoco saltó al verde tras regresar de la concentración de la sub'21 gala.
Con solo diez minutos sobre el horario previsto, los jugadores comparecieron en el campo z7 (el de más arriba de las instalaciones), en una soleada mañana en la que también faltaron los internacionales Kubo y Sorloth, que se encuentran concentrados con sus respectivas selecciones. Turrientes y Pacheco también trabajan con la sub'21.
La sesión arrancó con los tradicionales rondos y ejercicios de posesión y presión. El preparador físico David Casamichana quiso motivar a sus pupilos con juegos e incluso les invitó a desperezarse de la jornada previa de descanso.
Cuando comenzaron una práctica en el centro del campo en el que estaban contando los toques, Imanol, que aparentemente se encontraba bastante más relajado que de costumbre, se puso en guardia con cara de pocos amigos en lo que se pudo catalogar como el primer aviso: “No me vale nada de lo que estáis haciendo”, espetó al grupo defensor. Lo siguiente que exigió a uno de sus jugadores cuando estaba a punto de recuperar la pelota fue un mensaje bastante más explícito: “¡Cómetelo, cómetelo!”.
Antes de que comenzaran el bombardeo a remates a Remiro, Zubiaurre y Marrero, que eran los tres guardametas que arrancaron el entrenamiento específico a las órdenes de Jon Alemán, se retiraron a los vestuarios Mikel Merino y Brais Méndez. Imanol no quiere que ninguno de sus pesos pesados se sobrecargue en esta semana de parón. En cambio, el que se debe encontrar en plenitud de condiciones físicas es David Silva, que corrió como el que más y no quiso perderse ni un solo minuto de la sesión.
En las acciones en las que buscaban el remate a puerta con centros fuertes desde las bandas, Imanol volvió a exigir a sus jugadores como a Zubimendi, al que le pidió en varias ocasiones “Ataca Martín”, para que no echara el cuerpo hacia atrás.
Lo cierto es que se pudieron ver goles de muy buena factura. Guevara se mostró especialmente inspirado con tantos de buena factura, alguno por la escuadra parecido al que logró frente al Omonia. Otro que estuvo inspirado y acreditó que se encuentra con mucha confianza fue Aihen, quien incluso se atrevió con algún buen testarazo. Pero si hay que destacar a uno de los realistas por su poderoso juego aéreo, ese fue sin duda Jon Karrikaburu. El de Elizondo ofreció una auténtica exhibición de marcar los tiempos, buscar el balón y rematar de cabeza. Remiro le privó con alguna intervención marca de la casa de que firmara varias dianas magníficas. Incluso se atrevió con una medio chilena muy alta que detuvo Zubiaurre.
Zubimendi, que ha mejorado mucho en este apartado últimamente, también clavó varios testarazos certeros. Y hasta Illarramendi, en un salto en suspensión, logró uno de los goles más bonitos de la mañana. Aritz y el donostiarra abandonaron antes de tiempo el entrenamiento, por simple precaución.
El susto lo protagonizó un Robert Navarro, que como siempre dejó destellos de mucha clase, en un remate fallido que curiosamente acabó en las redes. El navarro se quedó dolorido y entre un ejercicio y otro estuvo en el suelo incluso siendo atendido del gemelo. No parece que su contratiempo vaya a mayores.
La plantilla realista se ejercitará de nuevo hoy a partir de las 10.30 horas ya a puerta cerrada para preparar el duelo de Girona.
- Enfermería. La Real confirmó ayer la lesión de Momo Cho. Como informó este periódico, el galo finalizó con molestias el duelo ante el Espanyol y antes de acudir a su país le hicieron una resonancia magnética que desveló la pequeña rotura que, según fuentes del propio club, no le descarta al menos a día de hoy para jugar en Girona. Por lo tanto, su comparecencia en la concentración de su combinado sub'21 fue meramente testimonial para que verificaran el diagnóstico, pasara la pertinente revisión con los galenos y le mandaran de regreso a Donostia. El parte médico publicado por la Real especificó que “en la resonancia magnética que le practicaron se aprecia una lesión en la musculatura isquiosural de dicho muslo derecho”.