A expensas del partido amistoso del viernes contra el Leeds United la Real Sociedad se prepara para encarar la rutina que suponen las semanas de competición oficial. Los txuri-urdin tienen ante sí tres meses frenéticos, sin parones internacionales hasta finales de marzo, durante los que apunta a definirse buena parte de su temporada. En esta próxima fase del curso esperan doce jornadas de Liga, muy trascendentes para determinar en qué posición se afrontarán los otros doce partidos finales. También aguarda, aunque a largo plazo, la ilusionante eliminatoria de octavos de final de la Europa League. Y completa el menú, de forma inmediata además, la Copa del Rey.
No se trata de un asunto menor. Durante las próximas cinco semanas, va a conocerse gran parte de la suerte de la Real en el torneo que le hizo campeona en La Cartuja. Y es que la Liga y la competición continental invitan aún a tomárselo con calma, ante la lejanía de las citas clave. Pero la Copa, mientras, dota de gran trascendencia al regreso de los partidos oficiales. Para este próximo miércoles 21 está programada la segunda eliminatoria, que medirá a la Real al Coria extremeño (equipo de Segunda RFEF). Los dieciseisavos están previstos para la primera semana de enero. Los octavos, para el miércoles 18. Y los cuartos para el miércoles 25. En resumidas cuentas, no resta nada para que el cuadro de semifinalistas quede ya definido.
El ejemplo de 2020
Retomar la competición en condición óptima se antoja indispensable esperando lo que espera en el torneo del K.O., y existiendo además el perfecto ejemplo de 2020 como recordatorio. El 12 de enero de aquel año, la Real cumplía con el trámite en su visita copera al Ceuta, eliminando a un rival de Tercera División mediante un contundente 0-4. Justo un mes después, mientras, los de Imanol recibían al Mirandés en un Anoeta en ebullición, con motivo de la ida de las semifinales. Entre ambos duelos, Liga al margen, un conjunto txuri-urdin en estado de gracia vivió semanas mágicas en las que el poder de una inercia positiva pudo con todos los obstáculos que se interpusieron en el camino.
“ El del miércoles en Coria supone el primer escollo copero de una serie que podría alcanzar las cuatro eliminatorias consecutivas ”
La sucesión de partidos coperos resultó la siguiente. El 22 de enero, la Real se deshizo en Anoeta de un Espanyol plagado de rotaciones y que bastante tenía con enderezar su rumbo liguero (terminaría descendiendo). Los goles de Ander Barrenetxea y Alexander Isak apearon a los pericos (2-0). Una semana después, el día 30, pasó por Donostia un Osasuna que propició un encuentro mucho más disputado. Isak en dos ocasiones (el sueco vivía días de ensueño) y Odegaard marcaron para asegurar un triunfo (3-1) que peligró cuando, con 1-1 en el marcador, Moncayola estrelló un balón en la madera. Transcurridos solo siete días, finalmente, llegó la recordada victoria del Santiago Bernabéu contra el Real Madrid (3-4). A este histórico triunfo se le sumaron después la eliminación del Barcelona a manos del Athletic y el sorteo de las semifinales que emparejó a la Real con el propio Mirandés. En cuestión de días, la consecución del título pasó a contemplarse como una posibilidad muy factible.
Ahora el objetivo reside, lógicamente, en que la historia se repita. Y el camino hacia ello parece contar, vista la estructura de la competición, con dos fases muy distintas. Tanto en la ronda del miércoles en Coria como en la de la primera semana de enero, todo apunta a que tocará lidiar a domicilio con rivales de categoría inferior. De momento, el primer plato de este menú está asegurado contra el mencionado Coria (Segunda RFEF). Si la Real vence en tierras extremeñas, mientras, entrará en el bombo de los dieciseisavos con muchas posibilidades (quizás con un 100% de opciones) de repetir fuera de Anoeta. ¿Por qué?
La situación
Catorce equipos de Primera van a disputar esta próxima ronda, los 16 que jugaron la inicial salvo los eliminados Cádiz y Almería. En la posterior confrontación de dieciseisavos, mientras, entrarán ya en liza los cuatro clubes de la Supercopa (Madrid, Barcelona, Betis y Valencia). Es decir que, de haber pleno de victorias esta semana entre los equipos de la máxima categoría, 18 comparecerían en el siguiente sorteo. En este caso, deberían darse sí o sí duelos directos, como el mencionado Real-Espanyol de 2020. Pero, a nada que entre el martes, el miércoles y el jueves se produzcan dos sorpresas, los supervivientes de la élite se reducirán ya a (como mucho) 16, con lo que el cuadro txuri-urdin se asegurará medirse a un adversario de categoría inferior. En esas instancias del torneo, eso sí, existirían muchas opciones de que dicho contrincante sea una escuadra de Segunda, como sucediera el año pasado con el Leganés-Real de víspera de Reyes.
“ El equipo se enfrenta a una agenda similar a la superada en 2020 hasta alcanzar el recodadísimo duelo contra el Mirandés ”
Si el conjunto de Imanol supera estos dos próximos escollos y alcanza ya los octavos de final, se adentrará en una fase mucho más exigente del torneo, en la que están abundando estos años los duelos de campanillas. En 2020, llegaron para los txuri-urdin ante Osasuna y Real Madrid, en la edición ya repasada. En 2021 tocó jugarse un billete para cuartos en el Benito Villamarín contra el Betis. Y en la temporada pasada, tras el alegrón vivido contra el Atlético de Madrid el 19 de enero, el Betis (de nuevo) apeó a la Real de la Copa, entonces en Anoeta (0-4).
Los verdiblancos, actuales campeones, han sido los verdugos de los txuri-urdin en las dos últimas ediciones del torneo, cuyo nuevo formato instaurado precisamente en la temporada 2019-20 ha contribuido a generar un pronóstico más abierto. Desde que se apostó por el actual sistema de competición, las finales han sido Real-Athletic, Barcelona-Athletic y Betis-Valencia, ganando los blanquiazules, los culés en una campaña muy pobre por su parte y los andaluces.
LA FINAL, DE NUEVO EN LA CARTUJA, EL 6 DE MAYO
La hoja de ruta de la presente edición de la Copa ya está plenamente definida, incluido el escenario de la gran final. Al igual que las tres últimas, esta tendrá lugar en el estadio sevillano de La Cartuja, aunque en fechas algo más tardías, el sábado 6 de mayo, lo que significará para sus participantes una larga espera de más de dos meses, ya que para el 2 de marzo las semifinales ya habrán repartido billetes.
La Real mira a la agenda copera desde la satisfacción que le produce haberse proclamado campeona de su grupo en la liguilla de la Europa League. Acceder a las semifinales de la Copa del Rey va a resultar muy complicado y exigente. Pero, si el equipo txuri-urdin alcanza este logro, podrá disfrutar de dos semanas limpias de compromisos entre la ida (8 y 9 de febrero) y la vuelta (1 y 2 de marzo). En caso de haber sido segunda detrás del Manchester United, mientras, los duelos continentales del play-off (ahora evitado) habrían quedado para la Real intercalados en medio de esa semifinal copera que se anhela alcanzar.