Adolescentes bebiendo un refresco en el pretil de Sagüés. Niños jugando en el parque de la zona. Donostiarras completando su paseo diario. Y una patrulla de la Policía Municipal aparcada por si acaso en la Avenida de La Zurriola, sin nadie a quien vigilar. La afición de la AS Roma se está haciendo de rogar en la previa del partido de la Europa League que enfrenta a su equipo con la Real Sociedad este jueves (Anoeta, 21.00 horas). Las calles de la capital guipuzcoana respiraban este mediodía una normalidad propia de la rutina de cualquier día de labor, entre el ir y venir de los ciudadanos y las bromas de los taxistas. "¿Has visto algún romano?". "No, de momento solo he visto galos", comentaban dos de ellos entre risas, en la parada del Boulevard. Sin embargo, con el paso de los minutos y conforme se acercaba la hora de comer, las primeras camisetas rojas y amarillas han comenzado a hacer acto de presencia.
Cabe recordar que el equipo de José Mourinho va a estar arropado este jueves por 1.800 aficionados, a los que ha costado ver por las calles de Donostia hasta este mismo mediodía. La madrugada ha resultado tranquila en la Parte Vieja, sin altercados y con presencia contadísima de seguidores foráneos, cuya llegada masiva se espera a lo largo de la jornada. Es el caso, por ejemplo, del grupo de 200 ultras que han aterrizado poco antes del mediodía en el aeropuerto de Foronda y a quienes la Ertzaintza va a trasladar directamente a la explanada de Sagüés, donde se ubicarán a partir de primera hora de la tarde.
El único punto de la ciudad donde se podía ver a un grupo de seguidores con distintivos de la Roma era, en la mañana de este jueves, la puerta del hotel Aranzazu, en el barrio de El Antiguo, cuartel general del equipo italiano. Pese al buen tiempo que marca la jornada en la capital guipuzcoana, con sol y temperaturas cercanas a los 25 grados, la plantilla giallorossa no ha abandonado el alojamiento para llevar a cabo el clásico paseo, con una decena de hinchas esperando en el exterior a la caza de un posible autógrafo o de una foto.
Más allá del perfil ultra de algunos seguidores visitantes y de los excesos cometidos con realzales en los controles de acceso al estadio Olímpico en el partido de ida, cabe reseñar que el ambiente entre hinchadas resultó muy positivo hace una semana en Roma. A la conclusión del partido, los aficionados txuri-urdin y los hinchas ubicados en el sector más próximo intercambiaron aplausos e incluso bufandas, en medio de un clima muy cordial. Las interacciones de ambos clubes durante la última semana en las redes sociales, con muchos romanistas felicitando a la Real por el comportamiento de su parroquia, ha ayudado también a generar un ambiente muy sano, al menos a priori. Ahora solo toca confiar en que semejante contexto previo no se vea emborronado con episodios como el altercado de este miércoles en el aeropuerto de Loiu.