Real Sociedad | El Betis, la bestia negra de Imanol

Donostia – A lo largo del día de ayer circularon unos vídeos por las redes sociales en los que se podía comprobar que el Betis había marcado tres goles calcados a la Real en la portería de la Avenida de Madrid. El de ayer con la internada de Alex Moreno y el remate de Juan Cruz. En el maldito duelo de Copa del año pasado, el del 0-4, Juanmi casi sentenció la eliminatoria al cruzar a la red un centro del exrayista. Mientras que, para más inri, en el 2-2 que marca el punto de partida de la mala racha contra los sevillanos, Tello dejó atrás a Zubimendi y Joaquín, entrando desde la otra banda como el domingo Cruz, anotaba el definitivo empate después de que los realistas se hubiesen puesto con un cómodo 2-0 en el marcador que parecía definitivo en plena pandemia.

La sensación es que el Betis le tiene tomada la medida a la Real, pero quizá esta sea una de las mejores demostraciones gráficas que explican lo bien estudiados que tienen a los blanquiazules y que conocen perfectamente cómo hincarles el diente. La frustración de no superar a un rival directo, quizá, el que más por su potencial y aspiraciones, lleva camino de convertirse en un verdadero trauma.

Con el de ayer son seis los encuentros que lleva la Real sin vencer a los béticos. La última vez que lo lograron fue en el 18 de octubre de 2020 cuando los donostiarras se impusieron por 0-3 en el Benito Villamarín en encuentro de Liga. Después llegó el citado 2-2 de Anoeta cuando, ya sin público en las gradas, Isak y Oyarzabal pusieron por delante a los guipuzcoanos, pero Canales, de cabeza, y Joaquín pusieron el 2-2.

La siguiente vez que se vieron las caras fue en los octavos de final de la Copa de la campaña 2020-21, cuando la Real aún aguardaba a jugar su final contra el Athletic de la edición anterior, y los verdiblancos se clasificaron en la prórroga tras remontar el gol inicial de Oyarzabal y con una polémica expulsión de Illarramendi por parte del siempre protagonista Mateu Lahoz. El tanto del eibartarra fue el último que ha logrado la Real contra el Betis y era el 26 de enero de 2021. El Betis ya había apeado a los de Imanol en su primer año.

Desde ese momento, cuatro partidos de mal recuerdo para los realistas. El 4-0 en Liga del año pasado en Sevilla, con la alocada salida de Remiro y el baño de la segunda parte. El destino le sirvió en bandeja la posibilidad de vengarse con una eliminatoria a partido único en los cuartos de final de la Copa y en Donostia, pero pasó lo que todos desgraciadamente nos acordamos, en la que fue el peor día de la pasada temporada con diferencia.

Solo dos meses después los de Pellegrini se volvieron a presentar en Donostia para el partido de Liga, y los realistas tampoco fueron capaces de resarcirse al empatar 0-0.

Por último, el domingo, una Real mermada por las lesiones volvió a hacer muchas cosas bien para llevarse los tres puntos, pero se toparon con un Betis muy serio, que supo defenderle y aguardar su oportunidad. Es como si supieran que tarde o temprano los realistas bajara los brazos y se despistarán, como sucedió en el fallo grosero de Aritz. Lo que se entendió peor fue el dardo de Pellegrini en sala de prensa: “Creo que ninguno de los dos equipos quiso nunca el empate. A nosotros nos costó un poco más, porque la Real creo que hizo entre 22-23 faltas en mitad de campo, que nos cortaban las jugadas. Nos arreglamos para hacer dos llegadas muy buenas. En especial la primera, en la que sabíamos que la defensa de la Real se hundía mucho. Estuvimos atrás muy sólidos”. Hay que saber perder y, lo que muchas veces es más difícil, saber ganar”.